«Al nuevo año le pido seguir creciendo como deportista y dar un paso al frente a nivel internacional»

Gaizka Porras sabe que 2023 será un año muy importante dentro de esa carrera de fondo que se está convirtiendo su vida como deportista de élite. Si 2022 ya lo fue, porque era el primero como judoka sénior, el año que acabamos de de estrenar debe ser el de la consolidación y porqué no decirlo, el de empezar a ser reconocido internacionalmente: “Ser campeón de España absoluto sé lo que es, esa satisfacción ya no me la quita nadie, ahora quiero dar otro paso al frente y empezar a disfrutar de resultados a nivel internacional. Sé que lo puedo conseguir, que he ganado a rivales como júnior que, por ejemplo, ahora están en el décimo puesto del ránking mundial absoluto, por ello para 2023 pido ese salto de calidad. Seguir creciendo como deportista, pero también dar ese nuevo pasito que me permitiera empezar a destacar internacionalmente, que es lo que más cuesta y lo que verdaderamente importa si quieres ser alguien en el mundo del judo”, confiesa.

No cree que el título de campeón de España 2021 llegara demasiado pronto, en su primera competición como sénior, aunque sí piensa que la sensación de no decepcionar, de estar obligado a ganar otra vez, le pesó en la defensa de ese título hace un par de semanas en Madrid, cuando acabó quinto: “No es un mal resultado, pero no es el que esperaba. Fue un poco decepción porque sentí que quien fallé fui yo con dos errores evitables que me costaron la medalla. En cuartos de final llevé todo el peso del combate, pero tuve un despiste que me llevó a la repesca. Gané los dos combates siguientes y en la final por el bronce hice una mala entrada frente a un rival bastante experimentado que me privó de subir al podio. El deporte es así, no siempre se puede ganar y sé que habrán más oportunidades, cuando lleguen quiero estar preparado”.

En la élite, cualquier mínimo detalle por insignificante que sea, cuenta y mucho. Gaizka Porras trabaja desde hace un año con una prestigiosa psicóloga deportiva, Toñi Martos, con cinco olimpiadas a cuestas y deportistas a su cargo de mucho nivel dentro de nuestro deporte: “Es un encanto y me está ayudando mucho, sobre todo a encontrar el equilibrio necesario a la hora de competir. Ni ir demasiado responsabilizado, ni desinhibido. Especialmente trabajo la manera de entrar a competir, todos los pasos a seguir para tener las cosas claras y preocuparme exclusivamente de hacer bien mi trabajo”.

Si hay un sueño que permanece inalterable en la cabeza de Gaizka Porras ese es el de ser algún día deportista olímpico. El alcoyano tiene 21 años, cree que para París 2024 es un poco pronto –”debería empezar a ganar competiciones internacionales y medallas en Europeos o Mundiales”, explica–, pero para Los Ángeles 2028, con 27 años, considera que es la edad ideal para hacer realidad esa vieja aspiración que tanto sirve de inspiración a su día a día.

“Tendría que pasar algo excepcional en los dos próximos años para poder estar en París. Lo veo difícil aunque no imposible. Ahora mismo esa plaza dentro de mi peso es para Fran Garrigós, que es campeón de Europa, tiene 26 años, la edad que yo podría tener en Los Ángeles 2028, y actualmente está entre los mejores del mundo. Soy realista, pienso que para ser olímpico aún me queda lejos, pero sí que quiero jugar mis bazas para conseguirlo en la siguiente Olimpiada, siempre y cuando las lesiones me respeten, algo que hasta ahora lo estoy consiguiendo”, razona.

CINCO AÑOS COMO BECADO
Hace cinco años, cuando la Federación Española de Judo le propuso estar becado en el Centro de Alto Rendimiento de Valencia, comenzó a escribir su propia historia que ya cuenta con algunos capítulos interesantes y que hace unos días recibió el reconocimiento de su propia ciudad, al que sigue estando muy vinculada con la designación de mejor deportista alcoyano 2022: “Siempre estaré agradecido a la oportunidad que se me dio con 16 años. Estos últimos cinco años han sido muy importantes para haberme podido desarrollar como judoka. Para progresar necesitas estar entrenando a diario con gente de tu nivel o superior a ti para mejorar. El judo es un deporte que no puedes entrenar solo, siempre tienes que tener al lado a alguien que te empuje a superarte. El CAR de Valencia te permite estar en permanente crecimiento, no solo porque están los mejores españoles, sino que constantemente vienen judokas de otros países. Hace poco estuvo un equipo de India, vienen franceses, ahora tenemos ucranianos refugiados por la guerra. Están las concentraciones a las que viene judokas muy importantes. Todo suma y te curte”, admite.

MIRAR AL CIELO
Cuando termina un combate, Gaizka Porras suele seguir un ritual que es mirar hacia arriba y señalar al cielo: “Me gusta acordarme de la gente que ya no está, bien sea un familiar o un amigo, que seguramente allá donde estés se alegrará de que me vaya bien. Es algo que me sale natural y que va conmigo”, desvela para luego apuntar que este año se ha acordado mucho de Mario Brotons, fallecido hace unos meses, quien según cuenta fue su primer referente en sus inicios en el Judo Club Alcoi. “Me fijaba mucho en él cuando iba al gimnasio y ahora que ya no está entre nosotros me gusta acordarme de él. Para mi es algo importante”, confiesa.