Agenda desconectada del futuro
El Plan de Acción de la Agenda Urbana aprobado por el Partido Socialista mira más al pasado que al futuro. Lejos de enfocarse a 2030, es el furgón de cola que viene a recoger todo el que no ha hecho el Gobierno de Antonio Francés en tres legislaturas, prolongando en muchos casos los problemas que arrastra nuestra ciudad. El PSOE quiere hacer pasar por un plan nuevo todo aquello que no ha sido capaz de sacar adelante en doce años.
Solo hay que repasar las actuaciones estratégicas, porque parece broma ver como objetivo para 2030 la aprobación del plan general o la reforma de la plaza de al-Azraq, ambas iniciativas pendientes desde 1989.
Otra muestra clara de que el documento que plantea el Gobierno mira más al pasado que al futuro es encontrarnos con el bulevar, del que van alargándose los plazos de redacción del proyecto sin materializar nada. O encontrarnos con la construcción del puente de Serelles, recientemente descartada del Gobierno porque ahora, después de más de diez años, dice que tiene otras prioridades.
La importancia de estos proyectos es innegable. Tanta como la falta de capacidad del Gobierno para haberlos ejecutado durante los once años que lleva al frente de este Ayuntamiento. Este plan de acción es, por lo tanto, una enmienda a las políticas inmovilistas del PSOE que son un obstáculo para el progreso de Alcoy: no han sido capaces de resolver los problemas heredados de anteriores gobiernos y, encima, han generado nuevos problemas.
El plan de acción de la Agenda Urbana recogida iniciativas que son fundamentales no porque la ciudad avanzo, sino porque la ciudad se ponga al día, recupero el tiempo perdido y empiezo a dar solución a los retos que en doce años de Gobierno, no han sido capaces de resolver.
Echamos de menos en este plan de acción propuestas de futuro que proyectan la ciudad hacia la modernidad, entendida más allá de las denominaciones en inglés que tanto los gustan al PSOE y que tanto cuesta de entender a los alcoyanos.
El señor Francés ha perdido la oportunidad de aprovechar la Agenda Urbana para concitar a toda la ciudadanía alrededor de un proyecto conjunto y unitario, para diseñar un modelo de ciudad que ilusione y que atienda las necesidades de los alcoyanos. Una propuesta capaz de innovar y transformar la ciudad con iniciativas que seduzcan e implican a los alcoyanos.
El plan de acción, además de recoger las eternas promesas del PSOE, recoge los proyectos con los cuales aspiran a recibir fondos europeos. Unos proyectos que el Gobierno no ha debatido con nadie y que ha decidido de forma unilateral. Y lo que es más preocupante, que no afrontan las principales prioridades de la ciudad. Citaré algunos ejemplos.
Mientras el PSOE habla de gemelo digital, el alcoyano de pie quiere tener trabajo. Quiere que sus hijos no tengan que irse a trabajar fuera. Por eso los alcoyanos piden propuestas concretas de creación de suelo industrial.
Mientras el PSOE habla de smart city, nuestros vecinos se preguntan si hay más vida inteligente que la calle Entenza, una enorme decepción que nos ha costado 2 millones de euros.
Mientras el PSOE habla de Green Urban Center, los alcoyanos reclaman mejoras en el deficiente mantenimiento de la ciudad, especialmente en los parques.
Mientras el PSOE habla de coworking y redes digitales, los alcoyanos pagan las consecuencias de tener obsoletos y sin renovar los grandes contratos de los cuales dependen servicios básicos para el correcto funcionamiento de la ciudad: agua, transporte público o alcantarillado.
Mientras el PSOE habla de Zona de Bajas Emisiones, los alcoyanos piden una peatonalización del Centro consensuada y sensata, basada en criterios técnicos como los que fijan otros planes aprobados también por el Gobierno: el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, el Plan de Acción Comercial o la Estrategia de Reactivación del Centro. Planes, por cierto, con muy pocos resultados, lo cual provoca mayor decepción todavía entre nuestros vecinos.
Estos ejemplos muestran la preocupante desconexión entre el Gobierno y los alcoyanos, hartos de que se los presentan planes que acaban en papel bañado y que no pasan de ser mera propaganda. Entendemos y compartimos el escepticismo de los alcoyanos a las propuestas y promesas unilaterales del Gobierno del señor Francés. Ya está bien de mirar al pasado. Es hora de mirar al futuro.