Acabemos la jugada, el camino es el correcto…

Estando aún cercana la inmensa concentración del sábado 17, conservando en la retina la presencia, el calor, la fuerza de tantos y tantas alcoyanos y alcoyanas, me gustaría dar las gracias a toda la gente, pues en definitiva, llenamos nuestra entrañable Bandeja de dignidad… Mucho se ha hablado y escrito sobre todo ello, y adquiere mayor importancia cuando estamos acercándonos a tiempos de nuestra Festa, y hemos conseguido que no solo estemos hablando de ella.
Los ciudadanos hemos hecho oír nuestra voz, nuestras reivindicaciones, y parece ser que tendremos que seguir haciéndolo…Aunque las mismas tienen un recorrido intenso, pero limitado.

Una vez sabidas las demandas de la sociedad, son el Gobierno y el Parlamento, lo que viene a significar TODOS los partidos de nuestro arco parlamentario, a quienes corresponde continuar la tarea. Solo ellos, y atendiendo a sus obligaciones y responsabilidad, son los que han de llevar adelante el cometido de ASEGURAR para siempre el Sistema Público de Pensiones…
Es en ese momento cuando desaparece la tierra bajo nuestros pies, ya que es pública y notoria la falta de voluntad para realizarlo…Es algo que no entra en sus planes, que no forma parte de sus objetivos, que no les interesa lo más mínimo, por lo que acabaremos encontrándonos en un callejón sin salida…

Sabemos demasiado que hay dos partidos que no están por la labor, incluso, puede que sus intenciones sean las de dejar dicho Sistema Público de Pensiones bajo mínimos, al tiempo que les hacen el trabajo a las empresas financieras (léase bancos y aseguradoras)… Una muestra de ello es que gastan un dinero que se les niega a los pensionistas desgravando planes de pensiones privados.

En cuanto al otro partido –otrora grande– parece no llegar a los extremos de los antes mencionados, pero con el agravante de que se encuentra maniatado por los bancos (sus deudas con ellos les tienen cogidos por donde más duele), por los que manejan el país, y que son los mismos que controlan los medios llamados de comunicación. Sus dirigentes hace tiempo que cambiaron los intereses de la sociedad por los suyos propios…
Están claras sus intenciones, y ellos, tienen claras las nuestras… No obstante ello, enarbolan la bandera del desprecio en un Pleno Parlamentario sobre el tema, lo convierten en un vulgar mercado, y siguen a lo suyo. La Plataforma Estatal para la Defensa de las Pensiones Públicas ha encauzado nuestra fuerza, las diferentes organizaciones y entidades que a ella se han unido, han demostrado que el pueblo tiene razón, que sus reivindicaciones son justas (y constitucionales).

Pero ellos, no van a hacer absolutamente nada, puede que alguna medida para beneficiar a unos pocos, y pasar de puntillas sobre la verdadera problemática. No olvidemos que, acabar con el Sistema Público de Pensiones, (algo insolidario, injusto, y terrible) o dejarlo en su mínima expresión, es una aspiración de la banca, que controlaría unos recursos inmensos –ahora- en manos del Estado, y un anhelo prioritario para el empresariado, pues desaparecerían las cotizaciones de las empresas por sus trabajadores a la S. Social. Todo beneficio, y eso, les encanta…
Todos salen ganando, el Gobierno, con más recursos para repartir donde le plazca (o le manden) el poder financiero… Excepto el de siempre: el ciudadano, el que se jubila… No deberíamos caer en el error de hablar de pensión pública o pensión privada… La segunda NO ES UNA PENSIÓN, no pasa de ser un mero plan de ahorro, donde, como siempre, los beneficios de dicho ahorro son mayoritariamente para la entidad, quedando el mínimo posible para el ahorrador…

Visto lo visto, parece que sí, que nos encontramos en ese callejón sin salida del que hablábamos, pero afortunadamente, aún tenemos un recurso. Solemos llamarle sentido común… y es ese, el menos común de los sentidos, el único al que temen, más que a nada… por eso sus denodados intentos de manipularnos y de mantenernos constantemente entretenidos…

Atendiendo a lo que reivindicamos, y a su más que conocida respuesta, habremos de echar mano de dicho sentido común, pararnos a pensar en quienes nos han empobrecido sin remordimiento alguno por su parte, empezar a calibrar las consecuencias de sus intenciones, y DEJAR DE VOTARLES. Así de sencillo…

Son los que nos han metido en la mayor de las miserias, son los que se están cargando el futuro de la juventud, son los que no van a mover un dedo por solucionar nuestros problemas –que sí los de los de siempre- y a pesar de ello, nos tienen embelesados y cautivos… Si siendo como son, y conociendo su vileza, nos tienen a su disposición… ¿Cómo vamos a pretender que atiendan nuestras demandas? Sentido común, dignidad, y valentía… Los gobernantes tienen poco que hacer cuando están unidos.

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