Notables ausencias a la hora de la dignidad
El pasado día 5 de mayo, la Bandeja vivió otra jornada de dignidad y de reivindicación. De nuevo, acogió otro acto de empoderamiento de las personas que reclamamos algo tan simple y loable como es el poder seguir viviendo con dignidad.
Quisiera dar las gracias a todos y a todas los que estuvieron presentes, y el caso es que muchas de esas personas son deliciosamente reincidentes, asisten un día, y al otro, y al siguiente… Pienso que es algo que tiene mucho valor y que habla bien a las claras de su compromiso, de su preocupación, y de su coraje.
Pero hay que dar las gracias, también, a las personas que unas veces están, y otras, están en otros menesteres… También son importantes, también cuentan para la dura y larga lucha iniciada.
Lo que me parece poco elegante, por no decir otra cosa, es la ausencia de quienes deberían estar trabajando a jornada completa por sus conciudadanos, compatriotas, y paganos de sus generosos sueldos. Es penoso y lamentable que no engrandezcan las concentraciones con su presencia, hombro con hombro con las personas que les encomiendan la gestión de sus vidas.
Es clamoroso, y despreciable, el silencio y el trabajo subterráneo de los Sindicatos mayoritarios, escondidos durante años al calor y al fervor de quienes les financian, mientras intentan dinamitar nuestras concentraciones, mientras maquinan para dividir a los manifestantes con actos paralelos… Ya les conocemos, y sabemos cómo actúan… No es extraño, pues, la poca relevancia y el escaso peso que tienen en esta sociedad.
Y qué decir del Partido Socialista, ese partido que proclama a los cuatro vientos que son el socialismo… ¿Dónde están cuando sus conciudadanos se manifiestan en la plaza? ¿Por qué ese silencio y ese distanciamiento con las personas a las que se deben?
Estoy seguro de que son las instrucciones recibidas, pero no debería de triunfar siempre la obediencia debida, sino el sentido común y el deber sagrado para con la sociedad y para con sus propios conciudadanos.
Sepan ustedes, personas que representan al Psoe, y a los Sindicatos (del Partido Popular y de Ciudadanos no hace falta hablar) que están remando a favor de corriente, y para ser la izquierda, para que sea creíble el mensaje de progresismo, han de remar contra corriente, visto cómo funcionan las cosas… Precisamente, al otro lado de la misma, estamos nosotros… Solos, abandonados –no ya por los enemigos de verdad- sino por los que dicen ser de los nuestros…
Me dirijo expresamente al tejido político local, el de nuestro entorno… Imagino que están ustedes al tanto de los terribles tiempos que se nos preparan en Europa, siempre celosos de las cifras, de los porcentajes, del déficit, en suma… Ya sabemos que sus compañeros de la capital, del Parlamento, argumentan que hay objetivos y compromisos prioritarios, y que son los únicos que parece que intentan afrontar. ¿Qué mayor prioridad que las vidas, la justicia, y el bienestar de sus gobernados?
Las gentes de estas tierras, Alcoi, el Comtat, Ibi, La Foya… y otras, se merecen que sean ustedes, alcaldes, miembros de las Corporaciones, personalidades de la política, los que estén en las plazas, dando la cara por el bienestar de esas personas que les necesitan… Con su presencia, con la autoridad y el empaque que deberían suponer dicha presencia.
… Y NO ESTÁN. Sí sabemos que están, y cada vez más comprometidos, Compromís, y Guanyar Alcoy… Tras ellos, la nada, el silencio, la fría e inhóspita intemperie.
No quisiera terminar sin hacer mención a mi propia opinión sobre lo que está pasando en las plazas, en la Bandeja de nuestra ciudad…Tenemos la ayuda, el compromiso, y el trabajo a tiempo completo, de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones… Sí, esos yayos que suben a la tarima y hablan desde ella.
Tenemos la ayuda y el compromiso de las mujeres y sus organismos, siempre luchando por recuperar unos derechos que son suyos desde el momento en que nacen… pero el verdadero éxito, sois vosotros, las personas que venís a la plaza, y las que lo hacéis unas veces, y otras no…
El éxito, la fuerza, la inmensa dignidad que se respira, sois vosotros, amigas y amigos que acudís a la plaza, pues sois los que parece que habéis tomado conciencia de lo que quieren hacer –lo están haciendo, ya- con todos nosotros…
Percibo que seguiremos estando solos, que los intereses de nuestros gobernantes –a todos los niveles– les impiden estar con todos nosotros… Puede que, al final, sea lo mejor, pues aun siéndonos necesarios, hemos aprendido a estar sin ellos.
No deberían, pues, reprocharnos que pasado un tiempo, cuando nos demanden para votarles, olvidemos que algún día nos conocimos…
Dicen en este bendito pueblo que… “Quí no ve, no fa falta…” Es algo a aplicar siempre, incluso, a la hora de ir a votar.