Inolvidable estreno de ‘El Fantasma de la Ópera’

Con un aforo completo en la sesión de tarde y otro casi íntegro en la de noche, tuvieron lugar las escenificaciones de ‘El Fantasma de la Ópera’ de Andrew Lloyd Webber, producción de la Asociación de Amigos de la Música de Alcoy, que de esta manera cerraba su trigésima quinta temporada en elTeatre Calderón , a falta de la VI Semana Grande del Piano. Fue una tarde noche mágica para todos quienes tuvieron, se podría decir, la fortuna, de asistir a un evento inédito en en nuestra ciudad, tanto por su complejidad artística como por lo que significa poner en escena un musical de esta índole, que tanto ha triunfado en ciudades como Londres, París, Nueva York o Madrid. Era una responsabilidad mayúscula para los organizadores, con Miguel Ferrándiz a la cabeza, que han estado a la altura y han conseguido un triunfo más, de los más grandes en su historial, que ya alcanza la cifra de 407 eventos organizados (conciertos y óperas) a sus espaldas.

La magistral obra de LLoyd Webber fue tratada exquisitamente por todos sus intérpretes, la mayoría de ellos profesionales. Desde la Coral Discantus de Murcia, que cantaron con pastosidad vocal y muy buena afinación, hasta la Universal Symphony Orchestra que consiguió sonoridades verdaderamente sublimes, con José Martínez Colomina en una dirección elegante y sin ninguna fisura en una partitura realmente difícil, poseedora de momentos melódicos de gran belleza. En relación a los solistas, todos tuvieron sus momentos destacados, especialmente los principales: Juan Carlos Barona, como Erik (Fantasma), el cual se ocupó también de la dirección escénica; Eduvigis Monagas como Christine, Víctor Díaz en el papel de Raoul y Teresa Castal en el de Carlotta, que brillaron vocal y escénicamente en sus solos, dúos, tríos y concertantes, arrancando sonoros aplausos por parte de los asistentes. Vistosas intervenciones las de A3 Danza Alcoy y elocuentes las de los actores del Teatre Circ Alcoi.

ESCENIFICACIÓN

Por lo que se refiere a la escenificación, nadie podía imaginar que quedaría gratamente sorprendido. Un ‘Production Concert’, como dicen los ingleses, es un concierto escenificado, muy habitual en el Albert Hall de Londres o en Broadway, donde escenifican musicales tanto ingleses como americanos y donde tanto el atrezzo como el vestuario y la iluminación, quedan perfectamente integrados con la orquesta y los solistas, consiguiéndose así llegar más cerca e impactar al público. Ese y no otro fue el formato que se utilizó en Alcoy, para lo cual se tuvo que ocupar todo el espacio escénico posible, más allá de lo que decimos el telón de fondo o cliclorama. Todos los elementos de ‘El Fantasma de la Ópera’ estuvieron presentes: la escena de la subasta, la enorme lámpara, la caja de música, el elefante, el camerino de Christine con su espejo mágico, donde aparece y desaparece Erik, el palco número 5, la barca en los bajos de la Ópera de Paris, la bruma, la soga, los candelabros y el vistoso vestuario decimonónico. Y esa mágica atmósfera, es lo que atrapó desde un primer instante. Ello, unido a una interpretación teatral, vocal y orquestal de gran calidad, provocó al cerrar el telón por última vez, más de cinco minutos de aplausos y ovaciones con el público puesto en pie. Inolvidable.

Foto: ALDEMAR

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