“Lo que hace único al MARQ es que va mucho más allá de las salas del museo”
Entrevista a Josep Albert Cortés, gerente de la Fundación MARQ

Licenciado en Derecho y natural de Cocentaina, Josep Albert Cortés trabajó primero como gerente de Arquitectura y Museo de la Diputación de Alicante y también ocupó ese mismo cargo en el Instituto de Cultura Alicantino Juan Gil Albert. Como director-gerente de la Fundación MARQ (Museo Arqueológico de Alicante) estuvo en una primera etapa, entre 2007 y 2012, y la segunda, que se prolonga hasta fecha de hoy, se inicia en 2016, tras resultar seleccionado en el proceso abierto para la provisión de este puesto de la Fundación, que no hay que confundir con el de director-conservador del museo.
– ¿En el tiempo en que usted ha estado al frente de la Fundación MARQ, ¿cómo ha evolucionado?
– Cuando accedo en la primera etapa, el MARQ no me era para nada desconocido, ya que como responsable de Arquitectura y Conservación de Edificios primero y como Gerente de Arquitectura y Museos, conocía perfectamente la realidad del Museo Arqueológico y lo que iba a significar su reinauguración en las dependencias del antiguo Hospital Provincial. Como también conocía las distintas fórmulas de gestión que se estaban estudiando hasta que en el 2000 la Diputación acordó crear una Fundación en mano pública. Me impliqué mucho y personalmente en estos proyectos, y ese trabajo tan intenso, junto al de muchos funcionarios, técnicos y profesionales de las más diversas especialidades, presidentes y diputados provinciales incluidos, resultó determinante en mi acceso a la dirección gerencia de la Fundación, con el mandato de su Patronato de consolidar un modelo de gestión que con los años se ha convertido en todo un referente dentro y fuera de nuestra provincia. La evolución hoy está a la vista de todos. La lista de premios, distinciones y reconocimientos, habla por sí misma para orgullo de todos.
– El MARQ ha sido reconocido a nivel internacional, ¿qué cree que lo hace único? ¿Cómo define su aportación en la divulgación de nuestra historia y patrimonio arqueológico?
– Que el MARQ sea posible en Alicante no significa que no lo pueda ser en otros lugares, precisamente muestra el camino, como a nosotros nos lo mostró en su momento otros tantos museos y centros culturales en los que nos miramos. Lo que lo hace único es que va mucho más allá de las salas del museo en la alicantina plaza del Doctor Gómez Ulla, interviniendo en el territorio y en la comunidad que le es más cercana, del interior a la costa, con recursos culturales y patrimoniales al servicio de toda la ciudadanía, como los yacimientos del Tossal de Manises-Lucentum en la Albufereta de Alicante, La Illeta dels Banyets en El Campello, la Cova de l’Or en Beniarrés y el Santuario de Arte Rupestre de Petracos, en Castell de Castells, y los Monumentos de la Torre Almohade de Almudaina y la Cava Gran de Agres. Convirtiéndose en un potente dinamizador cultural, que además complementa nuestra tradicional oferta de sol y playa, de una forma medioambientalmente no agresiva y sostenible, con una clara vocación de investigación, conservación y difusión de nuestra historia y patrimonio con todo el rigor científico.
–¿Cómo contribuye el MARQ al turismo y la economía de la provincia?
– Contribuye desde el sector de la productividad y la creatividad cultural de manera incontestable, no sólo en términos de impacto directo relacionados con nuestra actividad, (piense que en cada proyecto expositivo intervienen más de 200 profesionales de las más diversas especialidades u oficios, por ejemplo), sino en términos indirectos como complemento a la oferta turística de la Costa Blanca, con un impacto más allá de la ciudad de Alicante, presentes como estamos en ciudades y municipios tanto de costa como de interior. En 2013, se publicó un estudio por encargo del Colegio de Economistas, a dos profesores de análisis y estudios de impacto de la UA y la UMH, desde la vertiente de nuestra actividad como generadora de riqueza social, analizando su incidencia sobre el turismo cultural en la provincia, partiendo de nuestro sistema de gestión público-privado, en el que se concluía que el efecto o repercusión total del museo, los yacimientos y monumentos de nuestra gestión en la provincia, se situaba en el entorno de los 24,68 millones de euros. Todo ello sobre unos presupuestos de partida en visitas de 254mil visitante, (que fueron los que visitaron la exposición internacional con el Museo Británico ‘La Belleza del Cuerpo’, realizada en 2009). Doce años más tarde, si hiciéramos este mismo estudio de impacto, tomando los promedios de visitas de 2023, en el que se alcanzaron sólo en el Museo los 300mil visitantes, con motivo de la exposición internacional con Los Guerreros de Xi’an, nos situaríamos por encima de los 30 millones de euros y unos ingresos fiscales a favor de las administraciones públicas de más de 10 millones de euros.
– Usted es de Cocentaina, un lugar con mucha historia. ¿Cree que su origen influyó en su pasión por la arqueología y la cultura?
– Ser de Cocentaina es un privilegio y me siento muy orgulloso de ser Socarrat. Esta realidad ha marcado y marca, sin ninguna duda, mi paso por la vida. Todos los días doy gracias a la Mare de Déu del Miracle y a mis padres por ello. La pasión por la arqueología y la gestión cultural llegó después. Porque primero vino la pasión por Cocentaina y su historia, tanto como por el derecho y el servicio público. Vivir, ser y sentir Cocentaina, explica mucho todo lo que he hecho y hago cada día.
>>Puede leer la entrevista completa en El Nostre del viernes 21 de marzo de 2025.