Alcoyano: Houston, tenemos un problemón

Vicente Mir tampoco es el revulsivo, se firma la peor primera vuelta en Primera Federación

Alcoyano: Houston, tenemos un problemón
Primer once del Alcoyano en la era Vicente Mir en el banquillo del equipo. | CD ALCOYANO

Como en la película Apolo 13, en la que el astronauta Jack Swigert lanzó la famosa frase “Houston, tenemos un problema” en plena carrera espacial durante la Guerra Fría, ese latiguillo tan repetido en la historia del cine perfectamente podría aplicarse para explicar el actual momento del Alcoyano, con una afición desconectada y un club cerrando filas a la carrera y volviéndose cada vez más hermético.

Una caída a los infiernos que comenzó a fraguarse el mismo día que la afición se fue a comer con el despido de Vicente Parras. A más de un aficionado todavía le dura la indigestión de aquella tarde, puesto que camino del segundo mes, el Alcoyano ha visto como ya dos entrenadores se han sentado en su banquillo y no sería descabellado pensar que un cuarto técnico acudiera al rescate, después de que el revulsivo de Vicente Mir se diluyera como un azucarillo en el Alfredo di Stéfano frente al Real Madrid Castilla, con unos futbolistas desactivados casi de salida que en ningún momento supieron qué hacer con el balón en los pies.

Cuando fue despedido Parras, el Alcoyano andaba a un punto del play-off de ascenso. Siete partidos después, la distancia con respecto al quinto clasificado no solo se ha disparado y ahora es de cinco puntos, sino que los blanquiazules han terminado por caer a los puestos de descenso. Siete partidos de rumbo errático con la “pantomima” que resultó el paso de Juli por el banquillo del equipo, con alineaciones impuestas y tácticas y cambios a golpe de conversación telefónica durante los partidos.

La llegada del de Meliana ha sido una especie de “patadón y tente tieso”, con la elección de un técnico al que ahora se quiere purgar pensando que cualquier tiempo pasado mejor, en recuerdo a aquellos esperanzadores inicios que le llevaron a sentarse en los banquillos de Elche, Murcia y Hércules, pero que terminada aquella etapa, salió escaldado del Alcoyano, de un segundo paso por el Rico Pérez y también del Águilas, para acabar encontrando su verdadero sitio en banquillos menos exigentes y sin apenas presión como los de At. Saguntino y Torrent, dos categorías más abajo y a los que acabó ascendiendo.

El despido de Parras invitaba a otra respuesta por parte de la propiedad pero el primer acercamiento con un técnico de cartel en la categoría como Seligrat fracasó estrepitosamente tras la negativa del valenciano a ir más allá en las negociaciones por la particular personalidad de Ramírez.

De aquellos lodos perfectamente podría decirse que han llegado estos fangos que tienen al equipo en una situación preocupante, a años luz de las expectativas que se generaron en verano tras armarse el plantel más caro de la historia del club. Una plantilla confeccionada a base de nombres de mucho peso en todas sus líneas, al que se sumó –solo dos días después de la destitución de Parras– el fichaje de Yacine, un delantero de campanillas tras su paso por clubes como Elche, Rayo Vallecano, Leganés y Eibar, todos en Segunda División, pero que llegó en unas condiciones lamentables, fuera de forma y con un importante sobrepeso.

Un Mercedes en pretemporada que ahora funciona como un 600 que viene de firmar los peores registros en Primera Federación al acabar la primera vuelta. Son 22 puntos en 19 partidos, cuando el curso pasado llegó hasta los 25 puntos, uno más que en la temporada 22/23, mientras que el primer año se alcanzaron los 26.

A todo ello, el Deportivo no gana en casa desde principios de octubre cuando se derrotó 2-1 al Marbella. Son más de 100 días sin que la afición celebre un triunfo como local, algo inédito cuando se habla del Collao. Por si fuera poco, el equipo acumula cuatro partidos sin marcar. La última vez que lo consiguió fue en Yecla a finales de noviembre pasado, con un gol de Mario Losada de penalti en el descuento. Después no vio portería ni contra el At. Sanluqueño (0-2), ni tampoco ante Hércules (1-0), At. Madrid B (0-0) y Real Madrid Castilla (2-0).

Pero a la preocupación deportiva e institucional, se suma la social. El alejamiento es evidente y tampoco desde el club se hace mucho o nada por romper esa tendencia que puede acabar a corto plazo con las gradas cada vez más vacías y una afición instalada en la indiferencia.

MAÑANA, ANTE EL IBIZA
Mientras que el club busca ese revulsivo que reactive la plantilla, Vicente Mir recordaba el jueves, en la víspera de su estreno de mañana en el Collao frente al Ibiza (12 horas), que “he sacado a varios equipos de ahí, casi siempre me ha ido bien y espero también hacerlo bien en el Alcoyano”.

El de Meliana aseguró que afrontaba este regreso “ilusionado, lo dije el día de mi presentación, que venía con mucha ganas y me gustaría que la afición estuviera con el equipo. La solución pasa por ganar. Un buen resultado haría que todo se empezara a ver diferente. Con el futbolista tienes que ser claro, hay que decirle que está haciendo las cosas mal, y tratar de darle la mayor confianza posible para sacar el máximo rendimiento y que crea en ti”.

Vicente Mir reconoció que ante el Real Madrid Castilla “no salió el día, hay que pasar página” e hizo la primera alineación pensando en ser ofensivo, pero “no pasamos de nuestro campo y así es difícil ganar partidos”.

Para mañana espera un Alcoyano con otra mentalidad: “Hemos de salir a darlo todo para ganar sí o sí al Ibiza y romper esa mala racha. Vamos a tratar de jugar el máximo de tiempo en campo contrario. No soy partidario de jugar con el autobús y buscar una contra. Confío en esta plantilla. Nuestra mentalidad debe ser pensar solo en ganar por intensidad, fuerza y concentración. Y más en el Collao, en nuestra casa es donde debemos forjar nuestros objetivos”, desveló.

El técnico adelantó que habrán cambios. Enfrente estará un Ibiza al que Vicente Mir considera uno de los “gallitos” de la competición, que lejos de Can Misses ha sido capaz de ganar cinco de sus diez desplazamientos. “Es verdad que hacen pocos goles (15 por 17 el Alcoyano) pero es un equipo que crea muchas ocasiones y al que se le han escapado bastantes puntos siendo mejores que su rival. Vamos a intentar ser ofensivos pero sin volvernos locos. Será un partido reñido en el que debemos intentar ser mejor que ellos”, precisó. El Ibiza está entrenado por Paco Jémez.

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