Alcoyano: El Rico Pérez y la prueba del algodón
El derbi puede ser el desencadenante de decisiones como la continuidad de Juli y del futuro de algunos jugadores ahora cuestionados
El derbi de este domingo en el Rico Pérez como prueba del algodón. Tanto el escenario, como el momento de la competición e incluso las circunstancias que envuelven este choque invitan a pensar que es el momento de quitarse caretas de una vez por todas en uno de esos partidos marcados en rojo desde el mismo momento que apareció el calendario.
Si bien es cierto que por delante quedará más de media liga, un mundo pensarán algunos para tomar decisiones drásticas, pero en el horizonte empieza a otearse el parón navideño y la llegada del mercado invernal. Queda el derbi del domingo y se cerrará este convulso 2024 para el Alcoyano con la visita de la semana que viene del At. Madrid B al Collao.
Si hablamos del filial rojiblanco viene a la memoria lo sucedido el año pasado, visita saldada con un 0-3, una derrota que vino acompañada de un auténtico terremoto en el vestuario blanquiazul con aquellas tempestuosas salidas de Campabadal y de Sergi García.
Es quizás pronto para aventurar si la propiedad buscará un golpe de efecto como el del año pasado, pero el equipo está lejos, quizás no a nivel de clasificación, a dos puntos del play-off, aunque sí de la ilusión que se generó el verano pasado tras la llegada de ciertos jugadores con un gran cartel en la categoría, que invitaba a pensar en un Alcoyano que no está apareciendo y que tiene a la afición cada vez más desencantada por los malos resultados del Collao.
El primer golpe de timón en busca de una identidad que no encuentra tampoco ha sido el revulsivo esperado. Muchos no entendieron el movimiento del club no contratando a un técnico contrastado tras el cese de Vicente Parras y dos días después se anunciaba el fichaje de Yacine, más mediático que efectivo de momento, puesto que un mes después sigue sin haber debutado.
Hubo también quien bendijo desde un primer momento la apuesta de dar el timón del equipo a Juli, por todo lo que representaba su figura y asumiendo el riesgo de entregar a un entrenador en prácticas la plantilla más cara de la historia del club.
Lo cierto es que la etapa post Parras y con Juli a los mandos no termina de arrancar. Más que la preocupación de si el equipo está más cerca o más lejos del objetivo con el que partió el presente curso son las sensaciones que transmite una jornada sí y otra también.
Este domingo, siguiendo esa línea de dar palos de ciego en la que andan últimamente los blanquiazules, volvieron a tocar fondo frente al At. Sanluqueño, un equipo cuya mayor virtud fue aprovechar esa jaula de grillos que es ahora mismo el Alcoyano defensivamente incapaz de acabar un partido con la portería a cero.
Está claro que Juli todavía no ha dado con la tecla correcta y él es el primero que lo reconoció tras acabar el choque frente al Sanluqueño, muchos se preguntan si el debate solo hay que centrarlo en un entrenador sin experiencia o el quid de la cuestión va más allá y se encuentra en una plantilla sobrevalorada, que ya ha tocado techo y habrá que empezar a plantearse objetivos más realistas.
Incorporaciones importantes en verano como las de Manu García, Pichu Atienza, Borja Granero, Jon Rojo, Undabarrena, Dani Molina o Cristian Herrera están muy lejos de lo que se esperaba de ellos. Ninguno de los siete es indiscutible y varios de ellos han pasado más tiempo en el banquillo que en el campo.
Por no hablar de Niang, Cellou y Andrés Rodríguez, los tres sub’23 y que llevan camino de firmar un paso testimonial por el Alcoyano.
Solo Pastrana, Mario Losada y algunos destellos de Ferni, sobre todo después de su deslumbrante arranque liguero, están al nivel que se esperaba y se han ganado a pulso un hueco en el corazón del aficionado.
Por encima de todos aparece Javi Antón, estratosférico por momentos como en Yecla, con ese arranque de orgullo que permitió que el Alcoyano rescatara una victoria en el descuento en La Constitución.
Es el único integrante de la vieja guardia que se ha destapado, puesto que Lara y Farru andan desconocidos, Primi y Sergi López no pasan de cumplidores, Jaume Valens está lejos de la fiabilidad que le llevó a la titularidad la temporada pasada, el papel de Albisua es el ser el recambio de los dos mediocentros titulares ,y el juego de Imanol ha perdido el ángel que le encumbró el pasado curso.
De ahí que el derbi del domingo en el Rico Pérez frente al Hércules puede terminar siendo el dedo que ejecute el interruptor, no solo de la decisión sobre la continuidad de Juli en el banquillo del equipo, también el del futuro de algunos futbolistas ahora cuestionados.