Mayte Navarro, una maestra de la costura

En los años 80, Academia Mayte fue un referente en Alcoy. El éxito de una emprendedora de la moda hecha a sí misma

Mayte Navarro, una maestra de la costura
Mayte rodeada de recuerdos, entre ellos una foto suya de novia vistiendo una réplica del traje de Margarita de Dinamarca. ALDEMAR

Empezó a coser con diez años y a los catorce ya era toda una modista experimentada. Era la mayor de cuatro hermanos y un pilar en casa, donde su madre la tenía de ”ayudante”. Por eso le costó, pero finalmente convenció a su padre para irse a París cuando cumplió la mayoría de edad. Como toda apasionada de la moda, una joven Mayte soñaba con visitar la ciudad del Sena, pero mucho más con trabajar para un gran modisto. Encontró empleo en un taller de costura de la capital, donde recuerda que fue “muy feliz”. Pero con 20 años se enamoró de un alcoyano a su retorno a casa en unas vacaciones y aquí acabó su sueño francés.

A principios de los setenta, la pareja se traslada a vivir en Barcelona y Mayte continúa trabajando en el sector de la confección. Es entonces cuando entra en contacto con Felicidad Duce, uno de los emblemas de la historia de la moda española y pionera en el ámbito de la enseñanza. De su mano, Mayte estudia en el prestigioso Instituto Internacional Feli, por el cual pasarían después nombres de la talla de María Escoté o Juan Vidal, las creaciones de los cuales han sido lucidas por personalidades como la Reina Letizia, Lady Gaga o Rosalía, entre otras grandes referencias mundiales.

En la escuela de Felicidad Duce, Mayte tuvo como profesor a Pedro Rodríguez, uno de los grandes de la época junto a Balenciaga, que contaba con casas de costura en Barcelona y San Sebastián, fundador de la Cooperativa de la Alta Costura (el equivalente en España de la Chambre Syndicale de La Couture Parisienne), y que llegó a vestir a Ava Gardner o Audrey Hepburn.

Fue así como siguiendo el modelo de aquella feminista de la moda española que impulsó la formación de las mujeres catalanas hace casi cien años, Mayte Navarro decidió crear su propia academia de corte y confección en Alcoy, a imagen y semejanza del Instituto Feli de Barcelona. “Mi marido murió con 34 años y yo tuve que volver con mis hijos, primero tuve una tienda en la calle San Nicolau, pero no era mi proyecto personal y no acabó de gustarme. Después quise abrir una academia y con aquello sí que me ilusioné. Cogimos todo un edificio entero en la calle Entenza, el que fue luego Los Pollos. Empecé con tres alumnos y en dos años ya tenía 60, acababa a las diez de la noche, después de todo el día dando clase, pero me encantaba, disfrutaba mucho”, recuerda.

En la década de los ochenta, la Academia Mayte se convirtió en todo un referente a Alcoy: “Cuando iba a los sitios y decía que era Mayte Navarro, la de la academia, a mí no me conocían, pero la escuela era muy popular, abrieron como diez academias de costura en Alcoy por esa época, fue un boom”. Junto a sus alumnos –mujeres principalmente, aunque entre el millar de estudiantes que pasaron por sus aulas a lo largo de diez años también hubo algunos hombres– participó en la organización de multitudinarios desfiles de moda, que celebraban en la discoteca del Hotel Odón, en Cocentaina, incluso en la antigua Casa de Cultura de Alcoy, hoy retén de la Policía Local.

Mayte Navarro, además de impulsar esta escuela-taller, fue reconocida en el sector. Muestra de su potencial no solo cosiendo, sino también elaborando patrones y escalando las diferentes tallas de las prendas de ropa, fue que la solicitaron en Alicante para impartir cursos de patronaje industrial del servicio público de empleo, como también en algunas de las principales fábricas de confección de la época en Alcoy, como la extinta Ferrándiz o la entonces prometedora marca infantil, Tutto Piccolo. Acabó su trayectoria profesional en Benidorm hacia el año 2000, dando clases de corte y confección.

Su labor pedagógica, su espíritu emprendedor y trabajo incansable en el sector de la moda, además de servir de ejemplo de empoderamiento para las mujeres en una época en la que no lo tenían nada fácil, le han hecho merecedora de un premio PRENAMO, los Premios Nacionales a la Moda y a la Excelencia Empresarial que entrega la asociación ANDE en reconocimiento de la excelencia profesional.

Durante la última Semana de la Moda de Alcoy, una antigua alumna de Academia Mayte puso en contacto a la modista con la presidenta de ANDE, Laura Victoria Valencia, que después de conocer la trayectoria de Mayte y el trabajo docente que ha ejercido para varias generaciones durante años, ha considerado necesario reconocerla concediéndole uno de estos galardones. “Ha sido tan bonito como inesperado”, comenta sobre el premio la emocionada homenajeada, que estaba previsto que recogiera su premio esta semana, a Madrid.

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