Cambio generacional

Las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy van ya por su cuarta Sargento Infantil. Así es después de que Valeria Abad Botí ganase el último concurso convocado por la Associació de Sant Jordi, en este caso, para ocupar dicho cargo en el bando moro.

Los nombres propios hasta el momento son: Abril Albero, que fue la primera festera que abrió este camino en noviembre de 2022, cuando se proclamó ganadora del certamen; Aitana Cantó y Ona Santonja consiguieron el primer y segundo puesto en 2023, y finalmente, Valeria Abad, este mismo noviembre.

En 2025, y por segundo año consecutivo, serán dos niñas las que sean Sargento Infantil, Ona por el bando cristiano, y Valeria, por el de la media luna. A este hecho hay que sumar que el próximo año, por primera vez, habrá una Alférez mujer, Ana Gisbert Mira-Perceval, por la filà Marrakesch, y también, la primera escuadra mixta.

Aunque soy plenamente consciente de que la integración de la mujer en la Festa alcoyana se debe ir tratando cada vez con mayor normalidad y que así será especialmente en las generaciones de estas jóvenes festeras y de las generaciones venideras, este asunto me ha llamado mucho la atención.

Entiendo que ahora mismo, y precisamente por ese cambio generacional, las niñas vean como algo plenamente normal optar a un cargo festero, y ya no solo que lo vean normal, si no que se les permita hacerlo.

Y más relevancia si cabe, en este caso, en el que es un jurado el que puntúa a los candidatos y candidatas teniendo en cuenta el buen hacer y la destreza, entre otros aspectos, para desempeñar el cargo.

La Sheila adulta se sigue sorprendiendo de todo lo que está ocurriendo –especialmente con la vista puesta en 2025–, sobre todo cuando recuerdo la época de la Sheila niña y adolescente, una época todavía complicada para la mujer en la Festa de Alcoy, en la que ni se planteaba la posibilidad de que todo esto que está pasando, ocurriese en un futuro no tan lejano en cuanto a años, pero sí en cuando a no seguir el ritmo y compás de la sociedad.

Pese a la buena acogida mayoritaria a todos estos cambios y avances, todavía resuenan los ecos de comentarios negativos sobre todo esto, incluso saliendo de boca de mujeres, que siguen sin estar convencidas de algunos pasos que se están dando, pero que sin embargo dudo mucho que les negasen esos derechos a sus hijas si estuviese solo en su mano, el derecho a tener las mismas posibilidades que los festeros, teniendo las mismas obligaciones.

SHEILA GARCÍA. Periodista

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