Subcampeón del mundo de pesca en kayak

Juanfran Soldevilla logró ser segundo en el Mundial de Valencia por delante de irlandeses y estadounidenses tras once capturas

Tener un subcampeón del mundo en casa representa un orgullo y todo un lujo, pero tenerlo de un disciplina tan poco afín y próxima a nosotros como es la pesca en kayak, cuanto menos produce perplejidad y mucha curiosidad. “Lo comprendo, no es algo habitual en una ciudad entre montañas como la nuestra”, admite Juanfran Soldevilla, que hace unos días, en la víspera del estallido de las inundaciones por la DANA en Valencia, se proclamaba a pocos kilómetros subcampeón mundial de esta modalidad con cada vez más adeptos, sobre todo aquellos que les gusta pescar y buscan nuevas emociones.

“Somos un deporte oculto”, llega a justificarse por la poca popularidad de su disciplina. Conocíamos de la existencia del kayak como medio de transporte, cuyo origen data de los pueblos indígenas que vivían en las regiones árticas, que utilizaban estas pequeñas embarcaciones para cazar en el agua, pero lo que desconocíamos era que fuera un deporte, con sus propias reglas, con campeonatos provinciales, autonómicos y nacionales, y desde la pasada semana un Mundial, que reunió en La Pobla de Vallbona a 37 embarcaciones de países vecinos al nuestro como Portugal e Italia, pero también de procedencias tan lejanas como Irlanda o Estados Unidos, con una delegación de nueve kayaks.

España, como país anfitrión, tomó parte con tres equipos. En el C estaba el alcoyano Juanfran Soldevilla, que dentro de unos días cumplirá 44 años y que es el nuevo subcampeón del mundo de la esta especialidad, por detrás del granadino José Manuel Rosales, mientras que completó el podio el portugués Joao Rodrigues, siendo cuarto el irlandés Robert Wright y quinto terminaba el estadounidense Robert Field.

Soldevilla se clasificó segundo tras sumar 359 puntos después de contabilizar 11 capturas. El campeón se fue hasta los 611 puntos y 20 capturas, más que nadie. La pesca en kayak tenía en sus orígenes unas reglas completamente diferentes a las actuales. Antes cada captura se pesaba y durante ese proceso perdía la vida. Ahora cada pez se mide y es devuelto al mar. Solo se contabilizan aquellas capturas a partir de 18 centímetros de longitud. Cada participante utiliza la regla de medir que entrega cada organización antes de empezar la competición y con el móvil debe realizar la foto de cada captura antes de devolverla con vida al agua. Todo con la misma caña de pescar y un máximo de tres anzuelos.

La competición suele durar entre cuatro y cinco horas y los pescadores utilizan una zona previamente acotada por la organización. La suma de los centímetros de todas las capturas realizadas es la que determina luego la clasificación final.

Detrás de este subcampeonato mundial hay toda una historia de superación que comenzó en 2013, pocas semanas antes de contraer matrimonio y de que a Juanfran Soldevilla le diagnosticarán cáncer. Desde niño había practicado el fútbol y siempre se había mostrado muy competitivo. La superación de la enfermedad fue como un campeonato más, que celebró brindando por la vida y por su otra pasión, que es la pesca, su válvula de escape y también el descubrimiento de una nueva afición.

Empezó en 2016 y un año después ya estaba compitiendo, consiguiendo su primera medalla, también de plata como ahora, pero en el provincial. Desde entonces ha sido un asiduo en autonómicos y nacionales, donde su mejor resultado fue un décimo puesto. Sin embargo, por aquello de que el primer Mundial de pesca en kayak era en “casa”, quiso tomárselo muy en serio, hasta el punto de dedicarle muchas horas y también bastante dinero de su bolsillo, porque nunca ha contado con la ayuda de un patrocinador.

“Aquí estar bien entrenado tiene otro significado, no es necesario estar físicamente a tope como un ciclista o un atleta, sino que tienes que tomártelo en serio de otra manera, destinando bastante dinero a medios técnicos y sacrificando muchas horas a la familia para salir a pescar. Para preparar este Mundial he tenido que realizar bastantes viajes hasta el lugar de la competición y marcar con GPS las zonas con más peces”, explica el alcoyano.

El Mundial estaba previsto que se desarrollara en tres días, de lunes a miércoles, pero solo se pudo celebrar la primera jornada, además “con unos oleajes que asustaban”, recuerda. Al día siguiente se suspendió la competición por la DANA. Explica que no le pillaron las inundaciones del martes por una llamada de su mujer para solucionar un problema doméstico. Cuando regresó a recoger el kayak, apunta que tardó diez horas en volver a casa por las consecuencias de las inundaciones y los cortes de tráfico.

Otra gran curiosidad que se alinea con Juanfran Soldevilla es ser presidente del club al que representa, que además no tiene por sede nuestra ciudad, sino Alicante. Es el Club Amigos Pesca Kayak Alicante, al cual llegó incluso antes de tener su primera embarcación y a la que rápidamente se integró –”me gusta más sumar que restar”–, para entrar a colaborar con la anterior junta directiva. Hasta que pocos meses después, la espantada de aquellos, le dejaron al frente de la sociedad, que cuenta con unos cuarenta socios.

En Valencia lució una camiseta en la que se podía leer: “Papá eres el mejor”. diseñada por sus dos hijas de corta edad, “mis mayores fans” confiesa, que siempre le piden que regrese de una competición con una medalla colgada al cuello. “Cuando me dijeron que era segundo, me emocioné mucho por ellas”, admite.

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