Juicio Domus Vi Alcoy: «Tuve una impresión de hecatombe y de desastre»
El entonces jefe de la UHD, Manuel Pérez, ha sido el primer testigo en abrir el juicio de los familiares contra la empresa gestora y la aseguradora
Esta mañana ha comenzado, en el Juzgado de Instrucción nº 3 de Alcoy, el juicio civil por las muertes ocurridas en la residencia Domus Vi Alcoy durante las primeras semanas de la pandemia de la Covid-19 tras la demanda presentada por parte de 46 familiares de 18 residentes y usuarios de dicho centro geriátrico.
Se trata del primer juicio en España contra una gestora de residencia –Quavitae, y contra la entidad aseguradora, Mapfre España– por lo que pasó en la pandemia, según ha confirmado el presidente de la Asociación de Familiares Afectados de las Residencias Domus Vi Alcoy y Cocentaina, José Luis García, quien confía en que este procedimiento «sirva para que no se repita aquello que se pudo evitar» y en que, durante el mismo, «salgan a la luz las circunstancias para que se llegara a semejante tragedia», en la que murieron 74 personas, más de la mitad de los usuarios que habían en Domus Vi Alcoy.
Aunque en un principio se barajó la vía penal, esta se desestimó por el tiempo que se podía prolongar: «no estábamos dispuestos a que pasase tanto tiempo sin cerrar el proceso», ha señalado García, quien ha avanzado que la indemnización global es superior a los dos millones de euros, una cuantía estipulada por los peritos y los representantes legales.
Hoy ha sido la primera vista de este juicio, que se alargará hasta el 11 de octubre, día en el que se prevén las conclusiones.
PETICIÓN PARA QUE NO FUESE PÚBLICO
Dicha vista ha arrancado con un recurso presentado por la parte demandada para que el juicio fuese a puerta cerrada, algo que ha rehusado el juez, considerando que prevalece la libertad de información de cara a que los medios de comunicación podamos cubrir el juicio, a la vez que se trata de un procedimiento «que suscita el interés público».
INICIO TESTIMONIOS
El que fuese jefe de sección de la UHD (Unidad de Hospitalización Domiciliaria), Manuel Pérez, ha sido el primer testigo de este juicio, en una vista que se ha prolongado hasta prácticamente las tres y media de la tarde, tras escuchar dicho testimonio y también el de ex trabajadores de Domus Vi Alcoy, auxiliares que estaban trabajando en dicha residencia durante los críticos momentos de la Covid-19.
Los testigos han aportado numerosos detalles de la situación vivida en Domus Vi Alcoy entre marzo y abril de 2020, cuando se produjeron los 74 fallecimientos, y en sus testimonios se han escuchado palabras como «desastre», «hecatombe», «impotencia», «caos absoluto» o «campo de batalla».
Pérez ha afirmado que el primer día que acudió a Domus Vi para atender a pacientes a mediados de marzo vio a «gente que nos pedía por favor agua y diciéndonos que los sacáramos de allí». Ha añadido «sobre todo tuve una impresión y de desastre tan grande. Soy médico desde el año 80, y la enfermera que venía conmigo tenía una experiencia de 30 años en la UCI, y cuando llegamos al coche se nos saltaron las lágrimas».
En su testimonio también ha hecho referencia a la «diferencia abismal» en la gestión entre Domus Vi Alcoy y otras residencias que visitó desde la UHD aun estando en las mismas condiciones.
En la primera vista se ha hecho alusión a la falta de aislamiento, de material, o de seguimiento de protocolos: «empezó a haber control cuando intervino Sanidad y empezó a poner normas», ha señalado una de las testigos.
Entre los relatos más espeluznantes han estado los casos de residentes que fallecieron, y que, según los testigos, permanecían horas en sus camas, incluso compartiendo habitación con otra persona plenamente consciente de lo que ocurría, una información de la que disponían los superiores, tal y como han apuntado en la vista.
Las vistas del juicio continuarán durante toda esta semana y la próxima, con más de 30 testimonios, tanto de testigos como de peritos de las distintas partes.