El barrio de Sant Hipòlit cumple 50 años celebrando sus fiestas

En Cocentaina

El barrio de Sant Hipòlit cumple 50 años celebrando sus fiestas
Vecinos del barrio junto al Mal Passet tras la dansà del viernes.

Una de las citas que marca la recta final del verano en Cocentaina son las populares fiestas del Barri de Sant Hipòlit, tradición que impulsó el vecindario de forma anecdótica en 1975 y que está plenamente consolidada cumpliendo en esta ocasión nada más y nada menos que cincuenta años de historia. Las mismas fiestas están fijadas siempre para el segundo fin de semana de septiembre y rinden homenaje al patrón de la Villa Condal ya que el santo es quien da nombre a esta barriada situada en las inmediaciones de la avinguda de Benilloba. Como suele ser habitual, los actos arrancaron al caer la noche del viernes con una ‘gran dansà’ amenizada por la música tradicional que interpretaron los músicos de la Colla de Dolçaines i Tabals Mal Passet y a la que se sumaron vecinos del mismo barrio, pero también de otras zonas de la capital del Comtat. Una cena popular y una verbena dieron paso a la jornada del sábado en la que destacó la gran entrada festera a partir de las 20:30h de la tarde.

El desfile lo abrieron los cabezudos estrenados recientemente en la Villa Condal y a ellos le siguieron varias escuadras, algunas formadas por los más pequeños y jóvenes del barrio, ataviados con el traje típico de masero. Tampoco faltaron escuadras especiales e incluso una de ellas lució el diseño que salió a la calle hace medio siglo haciendo así un guiño a la efeméride que conmemoraban estas celebraciones. Ya el domingo la actividad festiva se inició pasadas las ocho de la mañana con la ‘despertà’ y la diana masera, mientras que a mediodía se celebró la misa de campaña presidida por una imagen pequeña de San Hipólito Mártir junto a su Reliquia traída exprofeso esta última desde la parroquia de Santa María.

La guerra del agua, seguida como novedad de la fiesta de la espuma, dio paso a la gran paella con la que terminaron unos festejos que también aguardaron momentos emotivos “la semana de antes fuimos al cementerio municipal para realizar una visita a nuestros vecinos difuntos y dejar un detalle en sus lápidas como homenaje al trabajo que hicieron para impulsar e incluso hacer crecer estas fiestas tan esperadas por todo el pueblo”, concluyó Juan Jover.

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