Alcoy: anclada por la deuda, lastrada por la mala gestión
La liquidación del ejercicio 2023 revela una realidad alarmante: Alcoy se encuentra a la cabeza de las poblaciones más endeudadas de la provincia de Alicante y ocupa el segundo lugar en la Comunidad Valenciana en cuanto a deuda por habitante. Con una deuda que asciende a 642 euros por persona, nuestra ciudad ha superado con creces los 618 euros registrados en 2010, año en que la gran recesión, consecuencia de la crisis inmobiliaria y financiera, disparó el endeudamiento de muchas administraciones públicas.
En 2010 la deuda de Alcoy se convirtió en un argumento recurrente para criticar la gestión del pasado. Los socialistas, liderados por Toni Francés, han utilizado este dato como justificación para su incapacidad de ofrecer un proyecto de ciudad sólido y para la parálisis que los alcoyanos hemos padecido. Sin embargo, la realidad es que la deuda ha continuado creciendo a niveles preocupantes, a pesar de la reducción durante los últimos años bajo la presión de las reglas fiscales europeas.
La suspensión temporal de estas reglas debido a la crisis sanitaria de la COVID-19 ha servido, en lugar de ser un alivio para facilitar la recuperación económica, como una excusa para un nuevo aumento desmedido de la deuda. Desde 2020, el endeudamiento por habitante en Alcoy ha pasado de 380 euros a 642 euros, lo que representa un incremento del 169%. Este aumento no se ha visto acompañado de medidas que realmente dinamizaran la economía local, el comercio o el consumo, ni se ha materializado en proyectos transformadores que posicionen a Alcoy como una ciudad próspera y competitiva.
Los socialistas, liderados por Toni Francés, han utilizado este dato como justificación para su incapacidad de ofrecer un proyecto de ciudad sólido y para la parálisis que los alcoyanos hemos padecido.
La pregunta que surge es: ¿dónde ha ido a parar todo este dinero? La respuesta es desconcertante, pues no parece haber un plan claro para la revitalización económica ni inversiones significativas en proyectos de desarrollo. La deuda acumulada, en lugar de ser utilizada para mejorar la infraestructura de la ciudad, apoyar a las empresas locales o generar empleo, parece haber sido simplemente un lastre más en la gestión municipal. Este panorama no solo es una carga económica, sino también un obstáculo para el futuro de Alcoy.
El gobierno municipal socialista debería replantear su enfoque y asumir la responsabilidad de implementar un plan de acción que no solo contemple la reducción de la deuda, sino que también fomente el crecimiento económico. Resulta imprescindible que se establezcan estrategias claras para atraer inversiones, revitalizar el comercio local y apoyar a las empresas. La gestión de la deuda debe ser acompañada de medidas concretas que transformen Alcoy en un territorio más competitivo y próspero.
En conclusión, la deuda por habitante más alta en la historia reciente de Alcoy es un síntoma de una gestión deficiente y de una falta de visión estratégica. Es fundamental que el Gobierno de Toni Francés se enfoque en mejorar su gestión, no solo para reducir la deuda, sino también en ofrecer soluciones efectivas que promuevan el desarrollo económico y el bienestar de los alcoyanos. Alcoy merece un futuro con propuestas claras y acciones concretas, no solo palabras y justificaciones que perpetúan la parálisis y el estancamiento.
AMALIA PAYÁ. Concejala del PP en Alcoy