Boxeo de barrio en el Anfiteatro de la Zona Nord

Fueron casi seis horas, desde las 9 de la noche hasta las 2 de la madrugada, en las que se vieron hasta veintidós combates en la categoría amateur

Boxeo de barrio en el Anfiteatro de la Zona Nord
Un momento de la velada celebrada en Zona Nord.

De deporte olvidado y denostado, a volverse a poner de moda y ser muchos los chavales, pero también las chavalas, que eligen ponerse los guantes y subirse a un cuadrilátero. Esa es la nueva realidad de una disciplina que parece vivir su propia eclosión en la ciudad, tras años de ostracismo y olvido, incluso se podría hablar de décadas, de la mano de Juan Barrull, un romántico de las peleas en el ring, que parece dispuesto a recuperar el boxeo como modalidad competitiva.

Un buen ejemplo fue lo que se vivió el sábado en el anfiteatro de la Zona Nord, un escenario acostumbrado a acoger actividades culturales como conciertos o representaciones teatrales, pero que por unas horas recordó estar sentado en el sofá de casa viendo una película, el medio audiovisual que mejor ha sabido captar la esencia de un deporte injustamente repudiado muchas veces, detrás del cual hay verdaderas historias de integración y superación personal. No se vio ese ambiente tenso que muchas veces se describe en el cine, y las más de doscientas personas asistentes a la velada, fundamentalmente gente joven, convivieron en perfecta armonía con curiosos y vecinos, muchos de ellos que había salida a cumplir con la rutina de sacar a pasear a su mascota y que por un momento no dieron crédito a lo que estaban viendo sus ojos.

Lo que terminaron viendo aficionados, curiosos y vecinos fue una noche completa de boxeo amateur, entre principiantes que se subían por primera vez a un cuadrilátero y pasaban el duro trago de enfrentarse a un rival de verdad, a otros más curtidos, sin llegar al nivel de expertos, en busca de seguir llenando páginas de su particular currículum boxístico y otros los más avezados, que sueñan con algún día dar el salto al profesionalismo, con mucho dinero sobre la mesa.

De hecho se pudieron presenciar dos peleas de boxeo clásico, con normas profesionales pero con vendaje amateur, en los que se puso en juego los cinturones del Club de Boxeo Barrull, que organiza una liga comarcal cuya próxima parada será Ibi en noviembre próximo, para a comienzos de 2025 celebrarse otra velada en Cocentaina y en Muro.

El Club de Boxeo Barrull, como anfitrión, no pudo presentar a alguno de sus primeros espadas como Alejandro Reyes, que el mes que viene intentará revalidar en su peso el título de campeón de España amateur, pero sí a un prometedor ramillete de futuros boxeadores, algunos de los cuales hizo su presentación competitiva en esta velada del VI Trofeo Barrull.

Quien obtuvo la victoria más sonada fue Fernando Soler, en el noveno combate de la categoría Élite -72kg, que ganó a su rival, el murciano Rubén Gris, por KO en el primer asalto.
En -80kg Élite, Alexandre Jordá venció a Plamen Radoslavov (CB Art Boxing) por RSC (casi KO) en el segundo asalto. Fueron las dos únicas alegrías, puesto que Iván Sánchez perdió a los puntos con Izan Vázquez (Puerto Sagunto) en -52kg, misma decisión para Carles Revelles frente a Denis Soler (CB Art Boxing) y Alejandro Cortéstambién perdió a los puntos ante Ayub Bouakab (CB Elche) en -71kg.

En este mismo peso los jueces tampoco dieron como vencedor a Vicente J. Vidal ante Mario Bravo (CB Elche) y Aitor Martínez también perdió a los puntos frente a Carlos Portilla (CB The Ring) en -57kg, en el último combate de los veintidós que se celebraron, ya siendo las dos de la madrugada del domingo.

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