“Aún veo opciones de ir a París”
Laura Casabuena afronta con optimismo la última fase de la clasificación para ser olímpica este verano
En menos de dos meses, la presencia histórica de dos alcoyanos en los Juegos Olímpicos de París 2024 podría hacerse realidad. Néstor Abad ya tiene su billete asegurado, mientras que Laura Casabuena sigue en la lucha por convertir este sueño olímpico en una realidad. La no clasificación en el Campeonato del Mundo del pasado año no supuso el fin de París para la gimnasta alcoyana, más bien le abrió una puerta de oportunidades que pasa por cuatro Copas del Mundo y un Europeo en Nápoles a finales de abril.
De estas competiciones mundiales, serán olímpicas las dos mejores gimnastas que pertenezcan a un país que, o no se ha clasificado para los Juegos de París o no tenga ya cubiertos los tres billetes olímpicos individuales (por All Around o por aparatos) tras el Campeonato del Mundo del 2023. A falta de disputar una Copa, Laura se encuentra tercera en la clasificación con 45 puntos, por detrás de la filipina Emma Malabuyo (69) y la austriaca Charlize Moerz (80), por lo que todo puede pasar.
La gimnasta arrancó la aventura preolímpica, en propias palabras “capacitada para sacar bastante puntuación, así que sí que me esperaba estar arriba”. Y es que, en las tres competiciones realizadas, su nombre se ha hecho notar. En la primera Copa, llevada a cabo en El Cairo, la alcoyana se subió al podio con una medalla de bronce en el ejercicio de suelo con 12.633 puntos. Una semana más tarde, no pudo colgarse en Cottbus (Alemania) ningún metal, aunque sumó dos finales. Sin embargo, este traspié no le impidió destacar nuevamente y en la última Copa, celebrada en Bakú, quedó sexta en la final de suelo con 12.833 puntos, demostrando su habilidad en este ejercicio una vez más.
Estos resultados hacen plantearse el buen momento de la gimnasta, en especial, en el ejercicio de suelo. Sin embargo, Laura asegura: “Sinceramente creo que ha habido temporadas que lo he tenido mejor. Ahora no estamos en nuestro máximo nivel físico ni ejecutivo, porque ahora no estamos en lo más alto del curso. Creo que lo podría hacer mucho mejor, pero para estar en la parte de la temporada que estamos me siento bien”.
Cada vez falta menos para que terminen estas competiciones preolímpicas, reconocidas como “un regalo” para Casabuena, que ve con positivismo la posibilidad de obtener un billete para los Juegos de París: “Hasta la última Copa no estaba tan segura de poder llegar, pero ahora lo veo más cerca. Es difícil porque voy tercera en el ránking en dos aparatos y necesito quedar segunda. Sigo viéndome con posibilidades, aunque no las tengo todas conmigo. Voy a darlo todo al máximo. Espero lograrlo”.
La próxima y última Copa del Mundo se llevará a cabo en Doha, del 17 al 20 de abril, donde se definirán los billetes olímpicos. “Sé que es difícil pero sé que lo puedo conseguir. En la gimnasia todo puede pasar, la segunda clasificada puede tener un día malo y yo superarle, o al contrario, nadie lo sabe. Pero aparte de las Copas del Mundo, también tengo la posibilidad del Europeo, que es una gran oportunidad y la veo bastante factible. Yo voy a pensar en darlo todo y que pase lo que tenga que pasar”.
Dentro de toda esta burbuja deportiva, es importante recordar que Laura Casabuena apenas tiene 17 años y debe manejar toda la presión de tener en juego una competición tan relevante como lo son unas Olimpiadas. “Para ser como soy, que me pongo bastante nerviosa, lo estoy llevando bastante bien. He intentado cambiar mi mentalidad y no verlo todo como “tienes que” sino cómo que es un regalo, una oportunidad que me han dado y que tengo que aprovecharla al máximo. Hay personas que funcionan bajo presión y otras que no tanto, y yo soy de las que bajo presión no trabajo bien, entonces intento quitarme presión para no pensar todo el rato lo que tengo que hacer y conseguir. Pienso que es una oportunidad que me han dado y la estoy disfrutando bastante”.
Entre todo el ‘caos’, Laura es consciente de la suerte de poder vivir todo lo que está viviendo y de haber vivido tantas experiencias elitistas: “Poder viajar tanto y ver lugares diferentes me está gustando mucho. Además estoy conociendo a muchas personas, incluso a gimnastas rivales que son muy agradables. Todo ello no lo podría hacer sin el apoyo que tengo. Para mi es súper importante y lo tengo al 100%. Tengo unas compañeras y familia que me respaldan ahora y lo harán siempre”, cuenta orgullosa. Mientras disfruta de estas oportunidades, también está comprometida con sus estudios de segundo de bachillerato. Esta etapa académica, ya de por sí exigente, se ve agravada por el entrenamiento de alto nivel que requiere su situación deportiva. “Me está resultando bastante difícil”, admite.
“Al estar fuera durante tantos meses, pierdo muchas clases y debo ponerme al día por mi cuenta. Agradezco que en el colegio comprendan mi situación, adapten las fechas de los exámenes y me proporcionen ayuda personalizada para entender el temario. Aun así, es complicado, ya que mi mente está en los entrenamientos y en los Juegos, lo que me deja cansada y todo influye”.
Consciente de la singularidad de su situación, Laura se muestra ante todo agradecida por las oportunidades, pero en especial, fuerte y convencida de que aún puede conseguir ese ansiado puesto que le llevaría a disfrutar de sus primeros Juegos Olímpicos. “Estoy muy contenta de todas las opciones que se me han dado y de todo lo que he conseguido con lo joven que soy. Sé que puedo hacer mucho más y que lo mejor está por llegar, pero que hay que ir pasito a pasito, con mucha ilusión y ganas”, concluye.