La supervivencia de la fiesta de ‘Els Nanos’ pasa por una mayor implicación del pueblo
El Ayuntamiento de Cocentaina hace un balance positivo del transcurso de la fiesta de este año
La tradicional ‘Festa dels Nanos’ no hubiera llegado hasta nuestros días sin la implicación de las vecinas del barrio del Raval, las cuales recuperaron en los años ochenta una costumbre que hasta antes de la Dictadura tenía lugar en prácticamente todo el término municipal de la Villa Condal. Y es que antaño ‘Els Nanos’ aparecían colocados a las seis de la mañana en cruces de caminos o cerca de las fábricas teniendo que ser retirados a mediodía para que así se pudieran evitar problemas con la autoridad municipal. Décadas más tarde de consolidarse esa recuperación, el mismo vecindario del Raval ha dado un paso atrás debido a su avanzada edad y a que muchos de los residentes en las calles de la barriada ya han fallecido. Esto ha llevado a potenciar iniciativas como el ‘Taller de Nanos’ que se realiza el domingo anterior a la fiesta para confeccionar a los singulares personajes: “la idea es poder ampliar estos talleres a todo el año para que así, cuando llegue el día, tengamos un buen acopio de muñecos que puedan llenar todos los rincones del Raval. La fiesta ha transcurrido este año muy bien y hay que felicitar a todos los que han aportado su granito de arena para hacerla realidad”, comentaba la concejala de Tradiciones del Consistorio contestano; Marcela Richart.
También el alcalde de Cocentaina hacía un balance positivo de una singularidad contestana que trae consigo otras vertientes: “estamos ante una antiquísima tradición que ahora se ha convertido en una gran fiesta pero que también ayuda a revitalizar las calles de nuestro casco antiguo. Seguiremos trabajando para conseguir mayor implicación del pueblo en la confección de ‘Nanos’ ya que esta es la clave para la supervivencia”, concluyó Jordi Pla.
Apuntar que asociaciones locales, colegios y vecinos de otras zonas de Cocentaina aportaron su granito de arena en el ‘Taller de Nanos’, celebrado a cubierto en el Palau Comtal por el fuerte viento, y que sirvió para ultima todos los preparativos incluyendo también una ‘Dansà’ anunciadora por buena parte del Raval.