La ópera ‘Don Giovanni’ fue todo un regalo para los sentidos

El Teatre Calderón albergó la representación, que abre la temporada de Amigos de la Música

L'òpera ‘Don Giovanni’ va ser tot un regal per als sentits
Un moment de la representació, dimarts passat. | JUAN VILAPLANA

El pasado martes 31 de octubre en el Calderón quedó inaugurada la cuadragésima primera temporada musical de la Asociación de Amigos de la Música de Alcoy, con la representación de la ópera ‘Don Giovanni’ de Mozart, en una coproducción de Ópera 2001 y Ópera Massy de Paris. El aforo del teatro presentó un gran aspecto de público, tanto de Alcoy como de las comarcas; unos asistentes que siguieron con gran atención durante las casi tres horas de duración de la ópera, las aventuras y desventuras de este mítico personaje que es Don Juan, creado por Tirso de Molina en su célebre ‘El burlador de Sevilla’.

Treinta y un años tenía Mozart en 1787, cuatro años antes de su prematuro fallecimiento, cuando estrenó en Praga este genial “dramma giocoso”, verdadera prueba de fuego para todos los artistas, es decir, solistas, coro y músicos, por la dificultad de interpretarlo. Con el tiempo, Don Giovanni se ha situado como uno de los diez títulos más imprescindibles del repertorio de los grandes teatros de ópera del mundo.

De esta funcional producción, hay que destacar el montaje de decorados y vestuario, que sorprendió por su bello clasicismo; ello, unido al extraordinario diseño de luces y a los efectos especiales, utilizados principalmente en los momentos más misteriosos de la trama, –toda la escena final con la salida de la tumba del Comendador y la muerte de Don Giovanni, estuvo muy lograda– por descontado a unas dignísimas interpretaciones en la parte vocal y orquestal.

La soprano coreana Yeonjoo Park en el imponente y magnífico rol de Donna Anna fue la más aplaudida; una voz de muchos quilates que ya pudimos escuchar la pasada temporada en ‘La bohème’ (Mimí) y ‘Turandot’ (Liu). ‘Zerlina’ fue la siempre exquisita soprano italiana, tanto vocal como escénicamente, Francesca Bruni; Héloïse Koemgen-Bramy (Francia) encarnó a Donna Elvira.

En la parte masculina destacó el personaje de Leporello, criado de Don Giovanni, en la voz del bajo italiano Alberto Bianchi. Don Juan fue el barítono italiano Paolo Ruggiero, ya escuchado en Alcoy en distintas producciones de Ópera 2001; Ruggiero es poseedor de una voz baritonal penetrante que puede gustar o no gustar; lo cierto es que sacó adelante con notable el difícil personaje central de la ópera.

El resto del reparto, Don Ottavio (Haruo Kawakami, tenor), Masetto (Gaetano Merone, barítono) y El Comendador (Viacheslav Strelkov, bajo), cumplieron con aprobado. Espléndido el reducido Coro Lírico Siciliano, y más que correcta la Orquesta Lírica Ópera 2001, todo al mando de Martin Mázik, un director muy hábil para poner todo en su sitio y que el conjunto suene francamente bien. Un regalo para los sentidos sin duda, poder disfrutar en Alcoy de ópera, y en este caso de Don Giovanni de Mozart.

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