Un viaje que quedó para siempre en el recuerdo
Sin duda alguna, el tiempo pasa rápidamente y creyendo que un acontecimiento ha ocurrido hace poco tiempo, nos sorprendemos de que hayan pasado más de diez años, tal es mi caso, cuando estuve en Israel para presentar mi libro sobre las Colectividades alcoyanas que se llevaron a efecto durante la guerra civil. ¡Qué decir! Mi hijo y yo fuimos acogidos con todo cariño, pudimos visitar Masada una montaña de donde tuvimos que bajarnos rápidamente pues el termómetro marca los cincuenta sobre cero, abajo, en el Mar Muerto estábamos a cuarenta y seis.
Es notorio el sanatorio donde las personas con sorriasis acuden para un tratamiento adecuado, el barro de aquel, digamos lago, tiene unas propiedades sanitarias importantes, la parte de enfrente pertenece a Sudan, en fin, habían personas de diferentes etnias, culturas y religiones y todos se respetaban.
Ahora con la noticia del secuestro de unas jóvenes, el corazón se nos pone en un puño. Los rumores son de locura, las violaran y luego las degollarán, se dice, ¿será posible tanta barbarie? ¿Pueden llegar tan lejos los fanatismos religiosos? ¿Quién finanza a estas milicias?¿Quién les vende las armas?
Cuando estuve en París y ya hacía más de veinticinco años que la segunda guerra mundial había terminado, pude comprobar que una guerra puede durar un determinado tiempo, las secuelas del misma nunca se olvidan, quedan en la mente de las personas, para siempre.
Muchos países se desarrollan, tanto en su economía como en su organización social, artística y económica, así lo fue el tercer Reich, con más de veinticinco millones de judíos asesinados y cerca de ocho mil republicanos españoles y Japón que intento dominar la China, entrando por Manchuria, o sea el sur de ese continente y hoy queda latente un rechazo entre estos dos países.
¿Somos capaces de superar estas miserias políticas, dando un ejemplo de entereza social y valores morales?. Queda imágenes de gran valor y los hermosos recuerdos del conjunto de personas de religión diversas pero de común generosidad.