Pablo Matarredona, camino de su éxito profesional
El joven alcoyano está actualmente realizando prácticas profesionales en Silicon Valley
Pablo Matarredona estudió en el colegio San Roque de Alcoy, seguidamente, compaginó sus estudios de bachiller con el baloncesto semiprofesional, y después volvió a Alcoy donde empezó los estudios de Diseño Industrial en la EPSA, pero, el cuarto curso lo hizo en la Universidad de Notre Dame de los Estados Unidos: “Esta experiencia me marcó mucho en el ámbito personal, e influyó mucho en mi decisión de perseguir una carrera profesional internacional”.
En plena pandemia se graduó, y más tarde decidió trasladarse a València para trabajar en una consultora tecnológica. Todo esto sin dejar de jugar al baloncesto, puesto que, durante este tiempo, estuvo jugando dos años en el CB Paterna, y compaginando la preparación de las pruebas de acceso a la Escuela de negocios de Róterdam: “Mi estancia en Róterdam durante este último año me ha permitido exponerme a multitud de oportunidades y personas”, cosa que le ha ayudado a llegar donde está ahora mismo, en Silicon Valley, el lugar donde se encuentran las sedes de las grandes empresas tecnológicas del mundo.
Como él mismo cuenta, hubo “una parte de planificación y otra de oportunismo”, y continúa explicando que: “Por un lado, quería trabajar en verano con la condición de cubrirme los gastos del intercambio en Chicago, pero no tenía nada de interés particular en Silicon Valley. Sin embargo, mi pareja, Alba Abad (también de Alcoy), recibió la noticia que le habían otorgado una beca Fulbright para estudiar en la Universidad de Berkeley este curso académico. Tanto Berkeley como Silicon Valley se encuentran en la bahía de San Francisco, así que me pareció interesante buscar unas prácticas de verano en la zona, con la condición de ahorrar para mi intercambio y con la condición de estar cerca de Alba. Con un poco de suerte y buena planificación pude conseguir un lugar en el departamento de estrategia de Applied Materials, una multinacional que se dedica a diseñar equipación para la producción de microchips”.
Actualmente, está trabajando en el desarrollo de diferentes modelos financieros de varios mercados tecnológicos, en como definir las implicaciones estratégicas de nuevas tecnologías emergentes y estudiar escenarios geopolíticos para informar y mejorar la toma de decisiones en la empresa.
Matarredona está viviendo una experiencia muy especial, y asegura que siente estar en el centro del mundo tecnológico y que “en Silicon Valley se vive rodeado de los mejores ingenieros, científicos y empresarios”. Además, también confiesa que no se imaginaba en un lugar así en una edad tan temprana: “Siempre he sido ambicioso y planificador, pero las cosas han surgido de manera natural”.
Continuar creciendo
Pronto acabará sus prácticas y se trasladará a Chicago a continuar haciendo crecer su currículum profesional, y no descarta cualquier oportunidad que se le ponga por delante: “En Europa vivimos en una burbuja social, con unos servicios públicos muy avanzados y una sociedad relativamente cohesionada. Los Estados Unidos tiene serios retos en este sentido. Por otro lado, siempre está el tema de la familia y el círculo próximo, que valoro mucho. Tengo que pensarlo, pero Europa y ciertas partes de España ofrecen oportunidades de desarrollo también muy interesantes. Además, hay algo de honorable a trabajar para desarrollar tu país, así que no descarto para nada una vuelta”.
Y continúa explicando que: “Hay empresas multinacionales en España con gran relevancia en el ámbito global con departamentos de estrategia en busca de talento. Sin embargo, la industria de los semiconductores es relativamente inexistente en España, y débil en el ámbito europeo. Asia y los Estados Unidos tienen una presencia mucho más significativa. Por otro lado, el número de oportunidades en los EE. UU. es muy mayor a nivel general. En España puedes encontrar cosas, pero hay que buscar mucho más, compites con más gente, los salarios no son competitivos… Todavía con el sector tecnológico en una recesión y muchos despidos, hay muchísimas ofertas de trabajo muy competitivas e interesantes por aquí”.
“España es un país fantástico, con una calidad de vida increíble y una diversidad cultural única. Los españoles pecamos de subestimar nuestro país. Está claro que las condiciones económicas no son las mismas que las de Suiza, Noruega o los Estados Unidos, pero puedo asegurar que la calidad de vida, la gente, la comida, el clima, las tradiciones… son inigualables”.
Tan joven y con tanta experiencia vital, Pablo podría ser para muchos un ejemplo de constancia y trabajo, y él mismo comenta que: “Creo que es importante desarrollarse personalmente, no solo profesionalmente. Exponerse a nuevas experiencias, leer, conocer otros puntos de vista, aprender idiomas… Tu currículum puede decir “misa” si no eres una persona con la cual la gente le guste trabajar y relacionarse. Para mí, estar aquí es más que un logro laboral, es una experiencia personal más que echarse a la mochila”.