‘El Monarca’ prolonga su hegemonía nacional

Alejandro Reyes revalida en Melilla su título de campeón de España amateur y prepara su asalto al boxeo profesional

A primera vista, pocos dirían que Alejandro Reyes es la punta del gran iceberg que es ahora mismo es el boxeo alcoyano. Su figura menuda, su cara de niño que parece que nunca ha roto un plato, no delatan a alguien de su determinación cuando se sube a un ring, al que apodan “El Monarca” por el reinado que inició hace tres años y del que nadie logra bajarle.

Este alcoyano de 26 años de edad, que hasta no hace mucho se ganaba la vida como pintor de brocha gorda, no puede evitar soltar una contagiosa sonrisa cuando se le pregunta por lo sucedido el pasado sábado en el Pabellón de Deportes Javier Imbroda de Melilla, en el combate que abría la final del Campeonato de España de Boxeo Olímpico Élite.

Alejandro Reyes compite en -48kg, la categoría de menor peso en boxeo amateur. Después de ganar sin complicaciones la semifinal, le esperaba el canario Guayré Pérez, en el combate que decidió el título nacional y que ganó por decisión unánime de los jueces, después de ser mejor en el primer y el tercer asalto, consiguiendo así revalidar el título y coronándose de nuevo campeón de España tras su victoria del año pasado en Cartagena.

Reyes, que compite por el Club Barrull de nuestra ciudad, formó parte de la Selección Valenciana en la que también estaba Tino Fernández, que por puntos no pudo pasar de los cuartos de final y de la que se cayó Virgilio Tavera por lesión, después que los tres se ganaran la plaza en el Campeonato Autonómico, donde fueron el club más lauredo. La Valenciana fue la segunda Comunidad en Melilla tras la Madrileña y por delante de la Andaluza.

El Monarca lleva tres años invicto en su peso. Ha ganado las tres últimas ediciones del Autonómico y suma dos títulos nacionales consecutivos, que perfectamente podrían ser tres, pero en la primera vez que se clasificó, se quedó sin poder competir tras romperse la mano unos días antes del Campeonato de España.

Precisamente el Autonómico de 2021 marcó el debut de Alejandro Reyes en el boxeo amateur. En ese campeonato se le abrió un mundo que desde entonces no ha dejado de darle satisfacciones. Hasta aquel momento su cabeza estaba en el muay thai o también conocido como el boxeo tailandés, uno de los deportes de contacto más duros que existen, pudiendo utilizar sus practicantes tanto los puños como las rodillas, los codos y los pies.

El niño Alejandro Reyes era el típico chaval “polvorilla”, que no paraba un instante quieto, al que se le iluminaba la mirada cada vez que veía una película de Van Damme o de la saga Rocky en la televisión. “Siempre decía lo mismo, “yo quiero hacer eso de mayor”, recuerda. Y lo consiguió. A los 14 años empezó con el muay thai, pasó por varios gimnasios de la ciudad, hasta que Juan Barrull hace “cuatro o cinco años” le convenció de que su sitio estaba en el boxeo.

“Aunque pueda parecer extraño, cada vez que me subo a un ring, encuentro la paz. Es donde siento que soy yo, donde hago y deshago como a mí me gusta. Puede que no tenga explicación, pero yo la encuentro y es donde mejor me expreso”, asegura Alejandro Reyes, que contrariamente a la imagen que se tiene del boxeador como personaje, una persona ruda y desafiante, él se muestra reflexivo, hasta convincente con su discurso.

“Cuando hablo con alguien de boxeo, trato de que se me entienda. Sé que muchos ven solo a dos personas pelearse buscando hacerse daño. Para mí es la felicidad pura”, confesa el alcoyano, quien dice sentirse un “privilegiado”, puesto que reconoce que en España vivir del boxeo es “imposible”.

Desde hace año y medio forma parte del staff técnico que dirige Juan Barrull. la persona que ha sacado el boxeo del anonimato más absoluto en el que se encontraba en nuestra ciudad. Sobre medio centenar de personas forman parte de su Escuela, unos practicando boxeo de ocio y bastantes integrando el equipo de competición del club.

“La cifra no es estable, va y viene mucha gente”, destaca Alejandro Reyes, quien habla del efecto integrador que tiene el boxeo. “Es un claro ejemplo de la mezcla de culturas, razas y nacionalidades. Todos caben y a todos nos une la misma pasión”. Sin embargo, tiene claro que busca algo más y quiere hacer del boxeo su medio de vida.

Estos dos títulos de campeón de España le han servido para labrarse un nombre. Su mirada está puesta en el final de este verano y en el próximo invierno. “Quiero darme unas semanas de respiro y parar un poco. Han sido dos años y medio agotadores, en los que nunca he dicho que no y siempre estaba preparado por si en algún momento sonaba el teléfono”, desvela.
En total ha disputado 27 combates entre muay thai y boxeo. De ellos, quince fueron peleas de boxeo, con solo dos derrotas, ninguna de ellas por KO, algo que él sí que provocó más de una vez, la última en la final del último Autonómico.

“Al principio te sientes eufórico, has ganado a alguien con quien te estás peleando por vencer. Luego ves que tu rival lo está pasando mal y tratas de empatizar con él, te preocupas”, indica.
La parte física es fundamental, Alejandro Reyes dedica mucho tiempo a fortalecer sus músculos, con entrenamientos frente a rivales que tienen 15, 20 y hasta 30 kilos más que él, pero cuenta que la técnica y, sobre todo, la táctica juegan un papel vital, incluso superior a la condición física. “Muchas veces no suben al ring dos personas a pelearse, sino que lo hacen dos mentes que convierten un combate en una partida de ajedrez. En la final del Campeonato de España me tocó un diestro que se perfiló como un zurdo, con lo que cara a cara estuvimos dos espejos. Entonces debes tener la claridad para saber cómo, dónde y cuándo, para actuar en el momento justo”, resume.

Ahora mismo su foco está puesto en el boxeo profesional. Se ve en “dos o tres años” levantando un título de España. “Creo que lo puedo conseguir y voy a trabajar para ello”, se muestra confiado.

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