Pedrooooo…!

Sí, ese grito medio histérico que lanzó nuestra “Pe” cuando anunció el Oscar al otro Pedro, el cineasta, fue el que lanzamos todos los españoles cuando el “gran derrotado” anunció el adelanto electoral de las generales para el próximo 23 de julio.

No ando lejos de la verdad si digo que nos cogió a todos y todas, especialmente a quienes viven de la política, acuclillados, con pantalones y bragas a nivel de las rodillas. Unos, los ganadores de las locales y autonómicas, a punto de sentarse a disfrutar del mejor banquete de los últimos años, y otros, los perdedores, estreñidos intentando comprender lo sucedido.

Difícil saber en estos momentos si Pedro Sánchez ha sido, hasta hoy, un buen gobernante. Falta para emitir una opinión justa la perspectiva que sólo nos puede conceder el tiempo. Pero lo que sí se puede decir de él es que es un político aventajado de la escuela de Nicolás Maquiavelo. Su jugada, más bien su enésimo órdago, no puede ser más genial, valiente y arriesgada, pero si sale mal, ciertamente alocada e irresponsable.

Se deduce, y seguro que los medios lo habrán confirmado a lo largo de la semana, que a las pocas horas de conocer los fatales resultados, Perico, instalado en Moncloa con su núcleo duro, ya sabe que la derrota se ha consumado y que tiene pocas alternativas. Una es pasar seis meses soportando con los suyos, poco menos que de rodillas, los ataques, menosprecios, burlas y otras lindezas de los vencedores, sin disponer de una defensa creíble y con la certeza de que la derrota está más que garantizada. La otra es dejar a todo el mundo con la boca abierta, descolocado, confundido, para lo cual realiza un movimiento de adelanto por la derecha que aunque demandado por sus opositores, jamás quiso satisfacer. Ahora ya lo tienen, pero cuando él ha querido y decidido, y además, con sus condiciones.

Encima, con el anticipo de la convocatoria se ha permitido muchas coñas, trampas saduceas y otras judiadas por el estilo. Ha puesto a los suyos a trabajar sin tiempo para caigan en la depresión y conseguido, también, sofocar posibles levantamientos de sus barones, a más de no cargar con responsabilidades de la contundente derrota. Asimismo ha puesto a la izquierda de su izquierda a trabajar como “locas” para conseguir en unos pocos días lo que llevaban largos meses intentando sin resultado alguno, cual es la unión de la zurda extrema. Si todo esto le es propicio y presenta además un proyecto que ilusione, pues igual el invento le sale bien, eso con permiso de sus adversarios, que no son mancos, y del ciclo político europeo y mundial que tiene en contra, y es coronado como el político más sagaz, astuto y valeroso del mundo mundial. Por el contrario, si la pifia, y tiene muchas papeletas, ya puede volver a coger el coche y visitar a los suyos …en Laponia. Eso le daría al PP al menos ocho años de poder y tranquilidad, Vox mediante.

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