El Alcoyano busca presidente para la Fundación

Sergio Grau tomó el mando de las operaciones y la alternativa pasa por encomendarse a un exjugador o recuperar a un expresidente de la Fundación

No es un anuncio por palabras, pero casi. El Alcoyano anda de un tiempo a esta parte –por no decir que meses– buscando una solución al vacío de poder que existe en su fútbol base desde el fallecimiento a mediados de agosto pasado de Héctor Rúa, presidente de la Fundación, la entidad vinculada al club que se encarga de gestionar toda la cantera, desde el Prebenjamín, que son los más pequeños con apenas 5 años, hasta el equipo Femenino y pasando por el Juvenil A de Liga Nacional.

El fallecimiento de Héctor Rúa, que llevaba en el cargo casi cinco años, coincidió en el tiempo con el anuncio de la venta del club y el largo proceso que se vivió después, culminó con el aterrizaje a finales de octubre de Juan Carlos Ramírez, convirtiéndose en el nuevo dueño de la entidad. Fueron meses de mucha inestabilidad interna en los que la Fundación no fue ajena a la economía de supervivencia que imperaba en el Alcoyano y que dejaba en un segundo plano cualquier intervención en el fútbol base hasta que la nueva propiedad terminara de poner orden en el primer equipo.

Así fueron pasando las semanas, incluso los meses, pero Ramírez a todo aquel que le preguntaba sobre el futuro de la Fundación dejaba entrever que su gestión debía ser independiente de la primera plantilla.

Hermanos pero diferentes

Fue a principios de febrero, en su primera comparecencia pública para analizar el mercado invernal y apagar el fuego que se había generado por la falta de un 9 que viniera a acabar con la sequía goleadora de los de Vicente Parras, cuando se pronunció de una manera clara y directa, apuntando que “debe ser gente de Alcoy quien lidere este proyecto. El Alcoyano y la Fundación han de ser entidades hermanas pero diferentes. El Alcoyano debe ser una entidad profesional y la Fundación estar para preservar su fútbol base, con gente de Alcoy y que quiera el club, con una plena unión entre ambas partes”.

Antes de Semana Santa

Comenzaba así una carrera de fondo que lleva camino de convertirse en un ultramaratón por el tiempo que ha transcurrido desde entonces y lo peor de todo, es que sigue sin atisbarse un final satisfactorio. Quienes recogieron el guante lanzado por Ramírez se marcaron antes de Semana Santa como fecha tope. De hecho, coincidiendo con esas fechas, hubo una reunión para dar un último impulso. Se está cerca de dejar atrás abril y meterse de lleno en mayo con la sensación de haber dejado escapar otro mes.

Al frente de todas las operaciones en buscar un nuevo presidente se situó Sergio Grau. Un paso al frente que muchos vieron como el perfil ideal para ocupar el puesto. Se trata de una persona muy vinculada al club desde hace mucho tiempo, que conoce a la perfección todos sus estresijos, hijo menor del añorado Lionel, que pasó por la cantera del Alcoyano como jugador del Juvenil, además de accionista y mediador en la llegada de Ramírez al Alcoyano, además de tener dos hijos jugando en la Fundación.

Sin embargo, desde un primer momento dejó claro que esa no era su pretensión, que su única intención era ayudar en la búsqueda de un nuevo presidente.
Descartada su candidatura, el siguiente paso es encomendarse a un exjugador del club o intentar que algún expresidente de la Fundación vuelva a la poltrona.

Motivo de preocupación

Lo cierto es que lejos de encontrarse una salida, el problema parece cada vez más enquistado y empieza a haber cierta preocupación, sobre todo teniendo en cuenta que en el primer equipo empiezan a ver la luz, con la plantilla y empleados al día de cobros y la promesa de la propiedad de que en junio dejará de haber lista de acreedores. Lo dicho, solo falta que la búsqueda de un presidente para la Fundación acabe siendo un anuncio por palabras o una cuña radiofónica.

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