Por la paz, el desarme y la no violencia
El 22 de enero de 1983 comenzaron unas jornadas en Alcoi por el desarme, la no violencia y la paz. El objetivo era concienciar a la gente de la necesidad de erradicar las guerras y la violencia para dilucidar los problemas internacionales. Hoy con motivo de la guerra de Ucrania está de absoluta actualidad y nos tenemos que hacer una pregunta: ¿Tenemos que aceptar la guerra con resignación?
La respuesta es no. Lo prioritario es conseguir la paz en todo el planeta, como condición sine qua non para conseguir mediante una alianza de civilizaciones que sea capaz de inculcar la filosofía de la no violencia en la sociedad.
Hay que promover una simbiosis entre todos los movimientos para tratar de lograr un crisol que cambie el paradigma actual por el de una sociedad respetuosa con los derechos humanos y la biodiversidad. Necesitamos construir un nuevo orden mundial multipolar con base en los principios de la ONU.
El movimiento obrero debe coger la bandera de la paz, la democracia y la justicia social. El movimiento feminista debe trascender en su lucha por la igualdad entre hombres y mujeres y ser un motor fundamental por la paz mundial. El reequilibrio medioambiental no servirá de nada si no hay paz sobre la tierra.
La historia podría resumirse como el esfuerzo del género humano por superar los impulsos ciegos de violencia. Si no somos capaces de conseguir lo antedicho el planeta tierra no tiene futuro.
Posdata: en mi modesta opinión el final de la guerra de Ucrania, solo llegará si se establecen una especie de tablas como en el ajedrez dado que la victoria de una de las partes es impensable. Ucrania como país neutral y las provincias del Dombás, con un estatus especial de mutuo acuerdo.