Los silencios ante un partido con mayúsculas
El Alcoyano se juega la vida sin el ruido que caracterizan estos duelos
Cuando más ruido se necesitaba, el club parece haber optado por todo lo contrario, por la prudencia, por tratar el partido de mañana (18 horas) frente al Intercity como si fuera uno más de la competición, sin percatarse que a los de Vicente Parras les va la vida, puesto que si los blanquiazules vuelven a tener un tropiezo en casa –y en el Collao ha tenido unos cuantos desde finales de noviembre pasado– el equipo podría caer a los puestos de descenso, algo que ha evitado en más de una ocasión esta temporada, pero que puede ser una realidad si vuelve a quedarse sin ganar.
Duelos así, con tanto en juego, suelen unir a equipo y afición con un solo objetivo, que el rival sepa que le esperan 90 minutos de auténtico infierno. Ninguno de los hilos que ha movido el club esta semana ha ido en esa dirección precisamente.
La sensación dada de puertas hacia afuera es de haber dejado que las aguas siguieran su normal curso, cuando el rival y el momento de la competición demandaba otro posicionamiento, que se removiera el avispero en un momento vital de la temporada. El club se ha limitado a colgar fotos en las redes sociales del partido frente al Barça Atlètic y de las sesiones de entrenamientos, a lanzar una promoción de localidades más baratas, a hacer visible el lugar que ocuparán mañana los aficionados del Intercity y a convocar la comparecencia semanal de Vicente Parras en los medios de comunicación.
Una respuesta tibia, cuando el vestuario necesitaba sentirse arropado de otra manera y que se dejaran a un lado los formalismos como si fuera un partido más que se celebra en el Collao cada dos semanas. La propiedad ha pecado de excesiva prudencia o de falta de cintura, no sabiendo entender que muchas veces –y más cuando el equipo está tan necesitado de alegrías– los partidos empiezan a ganarse varios días antes de que empiece a rodar el balón.