Alcoy se prepara para implantar la zona de bajas emisiones en 2023

El Ayuntamiento trabaja para adaptar la ordenanza de peatonalización como zona de bajas emisiones, obligatoria para ciudades de más de 20.000 habitantes

Alcoy se prepara para implantar
La implantación de esta zona se llevará a cabo en el ámbito de la peatonalización del Centro histórico. XAVI TEROL

El impulso de la movilidad sostenible en Alcoy pasa por la creación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE), es decir, un área en la que el acceso a determinados vehículos esté restringido debido a sus emisiones contaminantes, como una medida pensada para mejorar la calidad del aire. En esta ciudad, la implantación de esta zona se llevará a cabo en el ámbito de la peatonalización del Centro histórico, si bien el proyecto es mucho más amplio e incluye actuaciones que afectan al conjunto del municipio.

Se trata de ocho iniciativas cuyo presupuesto supera los 3’5 millones de euros y para las que el Ayuntamiento ya ha logrado fondos por valor de 2’6 millones procedentes del Ministerio de Transportes a través del Plan de Recuperación que financia la Unión Europea.

Estas actuaciones, la mayoría de las cuales ya están en marcha, son el carril bici que se ha empezado a construir entre Cervantes y la Zona Nord y que servirá para conectar a estos barrios con el casco antiguo de la ciudad; la mejora de la accesibilidad en el ámbito de la peatonalización del Centro; la reurbanización de las calles adyacentes a Sant Nicolau incluyendo Sant Josep; el aparcamiento disuasorio de La Riba; la centralización y control inteligente de la red de semáforos para la optimización del tráfico; sistema de gestión de las áreas complementarias para la implantación de la ZBE, como sensorización ambiental o nuevos sistemas de control del estacionamiento en zonas de carga y descarga; la electrificación de una parte de la flota del transporte público urbano, así como la instalación de puntos de recarga para estos autobuses.

El vicealcalde y concejal de Movilidad, Jordi Martínez, señala que “este proyecto supondrá una mejora de la movilidad sostenible de la ciudad, y se trata sin duda de un buen proyecto para la ciudadanía, que además viene financiado en buena parte por los fondos europeos Next Generation”.

Paralelamente, el Ayuntamiento trabaja para adaptar la actual normativa de peatonalización del Centro, de cara a convertirla en una ordenanza de zona de bajas emisiones, incluyendo todas las directrices marcadas por Europa.

Hay que tener en cuenta que el uso general de las ZBE se realizará por parte de los vehículos que determine cada municipio atendiendo a la clasificación ambiental que establece la ley. En el caso de Alcoy, cabe recordar que según la vigente ordenanza de peatonalización, los coches que circulen por la zona de prioridad peatonal deberán contar con la correspondiente autorización municipal –residentes, garajes, carga y descarga, o reparto principalmente– y la intención cuando se implante la zona de bajas emisiones es extender esta autorización a vehículos eléctricos en general, que no obstante deberán ceñirse a los horarios y normas recogidos actualmente en la ordenanza de peatonalización para vehículos con permiso para circular por el ámbito delimitado.

Así lo explica el concejal de Movilidad, quien avanza además que en las próximas semanas está previsto que se reúna la comisión de seguimiento de la peatonalización, de cara a plantear los cambios que tengan que abordarse con el paso a zona de bajas emisiones.

Algunas de estas propuestas sobre la mesa son retirar las restricciones horarias a las personas residentes, ampliación de los horarios de carga y descarga, equiparar el tratamiento de las personas comerciantes y propietarias al de los residentes, modificar la antelación necesaria para la solicitud de permisos extraordinarios, el cambio de sentido de la calle La Cordeta para aliviar el tráfico en la calle Casa Blanca, como también cambios en la tramitación de las sanciones.

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