Un informe sobre el censo de palomas arroja cifras dentro de la normalidad

La población es de unos 1.900 ejemplares, por debajo del umbral recomendado por la OMS

Un informe sobre el censo
En Alcoy se realizan capturas periódicas para controlar a estas aves. ARCHIVO

Provocan quejas generalizadas, acumulaciones de suciedad en la vía pública, molestias vecinales. Hablamos de las palomas, una especie doméstica convertida en plaga urbana que en ocasiones se torna en pesadilla para las comunidades de propietarios.

Sin embargo, un informe encargado por el Ayuntamiento de Alcoy a una empresa especializada, revela que, en términos generales, las palomas no constituyen un verdadero problema sanitario en la ciudad. Y es que aunque a simple vista pueda parecer que la población se ha sobredimensionado en los últimos años, ese crecimiento exponencial se da solamente en algunas zonas concretas del casco urbano donde estas aves sí generan situaciones de insalubridad.

Se da la circunstancia de que, como explican los expertos, la paloma doméstica ha adaptado su forma de vida en la ciudad, beneficiándose de las ventajas que le brinda este tipo de hábitat: una zona sin depredadores y donde las posibilidades de nidificación y alimentación son prácticamente constantes.

La metodología empleada para la realización del censo de palomas partió de la realización de un análisis geoespacial previo a la definición del área de estudio y las zonas de muestreo, dividiendo la ciudad en una cuadrícula de manera que cada una de las unidades fueron prospectadas por dos observadores provistos de contadores manuales.

Finalmente, la población total de palomas en el municipio se estima en 1.896 individuos, a la vez que se observa una mayor concentración en la zona Centro de la ciudad, favorecida esta circunstancia por la existencia de alimentadores y zonas de refugio (edificios desocupados).

En cambio, en comparación con otros municipios de similar tamaño, el estudio concluye que la cifra de palomas censadas en Alcoy “no parece preocupante”. Además, respecto a la densidad total de individuos que asciende a 227,34 individuos por km², “consideramos que no se trata de una cifra extremadamente preocupante por situarse por debajo del umbral de tolerancia recomendado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para esta plaga, marcado en 400 palomas por km² o más”, añade el informe.

El concejal de Obras y Servicios, Jordi Martínez, explica que pese a la “tranquilidad que nos ofrece este informe, continuaremos implantando las medidas necesarias en los lugares donde se ha detectado actividad elevada para mantener un adecuado control de las palomas en la ciudad”. En este sentido, además de capturas periódicas para mantener a raya la población, desde el Ayuntamiento llaman a la colaboración ciudadana evitando dar de comer a estas aves, como también instan a los vecinos a informar cuando detecten focos de sobrepoblación, suciedad y falta de higiene.

El último y llamativo caso se localizó la pasada semana en un edificio de Juan Gil Albert recayente al callejón Villa Elisa, en la Zona Norte.

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