«Debutar fue hacer realidad un sueño de niño»

Javi Montava, último canterano en debutar en el Alcoyano

Escucharle hablar, oír lo que sintió durante los 52 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, hacen pensar que lo que vivió en la matinal del domingo frente al Logroñés, bajo un tórrido sol que elevó las temperaturas hasta parecer más un día primaveral que otoñal, será difícil que lo olvide Javi Montava. Siempre hay una primera vez y ese debut con el equipo de su corazón seguro que el canterano lo recordará como uno de los momentos más bonitos de su carrera futbolística: “De por sí soy tranquilo, no soy una persona muy nerviosa, pero cuando escuché mi nombre sí que noté mariposillas en la barriga. Entonces me dije: “Esto va en serio”. Fue una sensación muy bonita que nunca olvidaré. No tuve tiempo de ponerme nervioso porque los compañeros estuvieron en todo momento encima mío. Tener a tu lado a un jugador como Fran Varela, que ha jugado en Primera y en competiciones europeas, que te dice y te aconseja, me dio mucha tranquilidad. Si hubiera estado nervioso, en el primer balón que hubiera tocado se me habría notado, pero estuve en todo momento muy tranquilo. El equipo me transmitió mucha confianza”, relata Javi Montava sobre ese debut.

Reconoce que lo vivido frente al Logroñés fue como hacer realidad un sueño de niño: “Son muchos partidos vividos en el Collao. Verte que pasas de celebrar los goles del Alcoyano a que formas parte del equipo y estas sobre el césped es algo en lo que sueñas muchas veces y yo he tenido la oportunidad de hacer realidad. Fue muy bonito poder debutar con el equipo de tu ciudad, en el Collao y con tu familia y amigos viéndote. La sensación que tuve es que no me sentí inferior a nadie. Pude estar más o menos acertado, pero no vi que el partido me superó”.

Un debut que para Javi Montava fue como una especie de recompensa a muchos meses de sufrimiento. Hace un año su carrera futbolística estuvo cerca de apagarse. Una dolencia de la que aún no sabe su procedencia le llevó a estar casi un mes ingresado en un hospital. El mediocentro afrontaba su último año como juvenil en el Levante de División de Honor, pero una infección en el pubis que derivó en una inflamación en el hueso le apartó del fútbol durante varios meses.

El Alcoyano decidió sacarle del ostracismo en el que estaba y apostó por él sin saber ciertamente si volvería a jugar al mismo nivel, firmándole el pasado invierno por tres temporadas. Entrenaba a las órdenes de Vicente Parras y los domingos pasó a reforzar el Juvenil A de Liga Nacional. Fueron meses de mucha incertidumbre. En pretemporada no terminó de entrarle por el ojo a Vicente Parras y el club diseñó un plan para que tuviera minutos: fue cedido al Torrellano, equipo de la Tercera RFEF con el que el Alcoyano tenía un acuerdo de filialidad. Jugaba los fines de semanas con ellos y durante la semana entrenaba con el Alcoyano.

“Soy de los que pienso que si no acabas estando, hubiera sido imposible este debut, no en el Alcoyano, en cualquier equipo. Hay que estar para tener oportunidades. Soy cabezota y hace tiempo que tengo claro que quiero llegar. No sé si al final lo conseguiré o no. Es lo que quiero y este debut me lo tomo como una recompensa a todos esos años de trabajo y constancia”, explica Javi Montava quien, consciente de lo complicado que es hacerse un hueco en el fútbol profesional, no ha apostado su futuro a una sola carta y cursa estudios universitarios de ingeniería robótica en nuestra ciudad: “Los estudios hacen que no me obsesione y no vea el fútbol como un trabajo, sino como una ilusión. Eso sí, cuando voy a entrenar lo hago a muerte, a tope, tratando de aprovechar al máximo la hora y media que dura la sesión”.

El regreso de Fran Miranda y Moyita ponen difícil que vuelva a tener minutos: “Lo sé, soy consciente de ello, y como tal me lo tomo. Si el míster opta por otros compañeros, no tendré problemas en volver al Torrelleno. Estoy muy contento de haber dado este paso. Tengo a mi lado a jugadores como Jony Ñíguez, del que estoy aprendiendo mucho”.

Quien no se perdió su debut fue su padre, también Javi Montava como él, que llegó a vestir la camiseta durante ocho temporadas y jugó 198 partidos como blanquiazul: “Habló mucho con él no solo de fútbol, también de otras cosas. Es muy crítico conmigo. Al principio me cabreaba pero luego te das cuenta que lo hace para que sea mejor futbolista y persona. Sé que el míster tiene una forma de jugar que a mi me cuesta más. Él quiere transiciones rápidas, yo soy más de tener la posesión y buscar el juego combinativo. Trato de adaptarme y aportar lo que me pide, aunque sin renunciar a lo que soy y lo que me ha llevado hasta aquí. En ese sentido mi paso por el Torrelleno me está sirviendo de mucho. Estoy conociendo otro fútbol al que no estaba acostumbrado. Me lo tomo como una parte más de mi aprendizaje”.

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