El encaje del Juego de Tronos, versión Alcoyano

Ramírez-Hita, dos fuertes personalidades en el control del club

El encaje del Juego de Tronos
Miguel Hita durante un partido de la pasada temporada.

Juan Carlos Ramírez-Miguel Hita o Miguel Hita-Juan Carlos Ramírez. Tanto monta, monta tanto ahora mismo en el Alcoyano. Hay quien quiere ver en ambos una reedición de la famosa serie Juego de Tronos, con traiciones, ansias de poder y deslealtades. Un choque de trenes entre dos fuertes personalidades que pudieran tener distintos intereses. Otros los ven como un tándem poderoso que puede dar mucho juego y transformar a un club al borde de la quiebra en un equipo puntero de la Primera RFEF.

Miguel Hita ya estaba en el club y ha sido la mano que ha traído a Juan Carlos Ramírez al Deportivo. La relación de Hita con el fútbol es curiosa: vive con mucha pasión este deporte, pero tiene otra cara más profesional, la de tener intereses y compromisos como intermediario de jugadores y entrenadores.

Ramírez es otro apasionado de este mundo, pero desde la perspectiva de ser un empresario de gran éxito. Sus ganas por escalar puestos y alcanzar cargos de renombre no siempre fueron un plato de buen gusto sobre la mesa. Salió por la puerta de atrás como consejero del Elche y su etapa en el Hércules tampoco acabó demasiado bien. En el Rico Pérez las vio de todos los colores: desde director deportivo a presidente. Solo le faltó sentarse en el banquillo y dirigir al equipo.

Hita llama a la puerta de Ramírez
Fue Hita quien llamó a la puerta de Ramírez para convencerle de embarcarse en esta aventura. Hay quien quiere adivinar cierta similitud con la historia que llevó a Fernando Roig al Villarreal. Hace unos días, a raíz del fallecimiento de Miguel Llaneza, uno de los muchos aciertos que se le atribuían al expresidente de honor del Villarreal fue convencer a Fernando Roig para que en la temporada 1997/98 terminara adquiriendo la mayoría de acciones del “submarí groguet” con el equipo en Segunda División.

Muchos pensarán que la comparativa es una exageración, pero hay quien quiere ver a Hita como Llaneza y Ramírez como el Fernando Roig del Alcoyano. Lo cierto es que ambos aterrizan en el Collao a los mandos de una operación para devolverle las pulsaciones a un Deportivo que comenzó la temporada herido de muerte y con la amenaza de colapsar antes de Navidad.

El millón de euros de deuda hace tiempo que quedó desfasado y el déficit real empieza a asomarse a los dos millones de euros. Con todas las luces de alarma encendidas, el accionariado mayoritario del club no le quedó otra que plantear la venta de la entidad con la finalidad de evitar reproducir, pero ahora en plena competición, el episodio del final de la pasada temporada.

La posibilidad de que otro empresario local pusiera dinero de su bolsillo como sucedió a finales de junio pasado para abonar las nóminas pendientes a jugadores, cuerpo técnico y empleados con una factura final rondando los 200.000 euros era poco probable o imposible. Además con el agravante de que esa cifra hasta pudiera quedarse corta.

Empezaba a sobrevolar la posibilidad de que el Alcoyano siguiera los pasos del Extremadura hace justo un año, cuando la falta de liquidez económica llevó al club de Almendralejo a la suspensión de pagos y la retirada del equipo de la competición antes de Navidad.

Con la nave blanquiazul haciendo aguas, Miguel Hita creyó ver en Ramírez en la figura que reunía el perfil ideal para que fuera su socio y el accionariado viera en él la persona con el suficiente potencial económico para abrirle las puertas del club y de paso que se desestimara la oferta de compra que se tenía de un grupo inversor americano con intereses en varios clubes europeos.

Una de sus exigencias era la devaluación del precio de las acciones. Este grupo inversor estaba dispuesto a hacerse con la mayoría accionarial a cambio de comprar las acciones más baratas de lo que costaron en su momentos. Un paso que los accionistas mayoritarios alcoyanos no estaban dispuestos a dar.

No cambiar nada
Ante ese riesgo, terminaron por mover ficha y aceptar la entrada de Ramírez a cambio de dejar todo tal como estaba, que incluye seguir teniendo el 51 por ciento del control accionarial del club, aunque sabiendo que en una futura ampliación de capital ese poder pasaría a manos de Ramírez y de Hita.

De esta manera, Juan Carlos Ramírez aterriza en el Alcoyano con honores y la alfombra a sus pies. Quienes conocen a ambos tienen claro que no vienen al Alcoyano con la única voluntad de hacer frente a una deuda y que el equipo no descienda.

El próximo mercado invernal
Su ambición va mucho más allá. Quieren ver al Deportivo en Segunda y que así su inversión sea rentable. Ahora falta saber a qué precio, no solo económico, también personal. Dos personalidades muy fuertes y un camino trazado a tres años vista: la temporada actual y las dos siguientes. Seguro que saltarán chispas, ahora falta saber hasta dónde son capaces de ceder.

Si uno se dedica a la parte deportiva y el otro a la económica, no se encontrarán, si los dos terminan fijando su mirada en la parcela deportiva, el Alcoyano tendrá un grave problema y la magnitud de las consecuencias puede ser muy grandes. El próximo mercado de invierno puede dar una pista.

Advertisements

Send this to a friend