Decretado el estado de optimismo en el Alcoyano

Los blanquiazules ocupan el liderato por tercera semana y ayer se vivió otro de esos partidos inolvidables con la afición ejerciendo de jugador número 12

Fran Miranda y Rubio celebran la victoria del Deportivo frente al At. Baleares con remontada incluida. Foto: Quique Reig.

Mientras que a nivel institucional las cosas marchan a otro ritmo, después que la pasada semana se abriera la veda al análisis de las primeras ofertas de compra del club, a nivel deportivo el Alcoyano ha puesto la directa y por tercera jornada consecutiva los de Vicente Parras lideran la clasificación del grupo 2 de la Primera Federación.

Los números del Deportivo son incuestionables: seis jornadas disputadas, cinco victorias, un empate y ninguna derrota. Ocho goles a favor por tres en contra, además de pleno de victorias como visitante: tres de tres en Las Gaunas, Los Pajaritos y Stadium Gal, tres escenarios con pedegrí.

Estadísticas al margen, el equipo funciona como la seda a nivel colectivo e individual. Vicente Parras ha encontrado muy pronto su once tipo. Solo las bandas le traen algo de cabeza y es donde más movimientos de peones existe. A nivel individual, en los primeros partidos afloró la figura de Raúl Alcaina, si bien casi todo los jugadores han tenido su momento: Miguel Bañuz, Raúl González, Álvaro Vega, Pablo Carbonell, Fran Miranda, Juanan, Armental, Moyita…

Agüero, que comenzó con dudas, firmó en Irún un partidazo. Ayer siguió por esa misma senda Rubio. En torno a su fichaje hubo bastantes críticas. La manera de marcharse del Alcoyano en su anterior etapa levantó ampollas. El 22 se reivindicó ante el At. Baleares saliendo desde el banquillo. Forzó el penalti con el que el Deportivo consiguió la igualada y en el minuto 90, marcó un golazo de cabeza que supuso el 2-1 definitivo.

Entonces el Collao estalló de júbilo. La magia del Collao vivió un nuevo episodio con un público volcado con su equipo y ejerciendo de jugador número 12. El triunfo frente al At. Baleares fue una victoria de equipo pero también la grada, con ese «!Deportivo, Deportivo¡» que afloró en los malos momentos de la segunda parte, jugó un papel fundamental en los tres puntos conseguidos.

La celebración posterior fue antológica, de las que ponen los pelos de punta. Lo dicho, queda declarado el estado de euforia en el Deportivo. El sábado, contra el Cornellà, otro gran escenario donde el Deportivo suele moverse como pez en el agua.

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