El comercio y la hostelería se ven abocados a recortar sus márgenes de beneficio
La inflación se suma a las consecuencias de la pandemia, la posterior subida de las energías y ahora de los precios de los alimentos y de las materias
Desde hace ya unos meses la palabra inflación ha vuelto a resonar en las conversaciones diarias, y por ende, sus consecuencias también se han empezado a notar en nuestro día a día, siendo una de ellas la disminución del poder adquisitivo al verse incrementado el precio de numerosos productos, tales como los alimentos, entre otros muchos.
Esta situación se ha sumado a la lista que comenzó escribiendo la pandemia de la Covid-19 y que ha continuado la subida del precio de las energías y también la guerra.
Una consecución de contratiempos que ha ido mermando a numerosos sectores económicos, los cuales tratan de afrontar la situación, cada uno de una manera, pero teniendo la incertidumbre como común denominador.
HOSTELERÍA Y COMERCIO
Por su parte, el vicepresidente de la Asociación de Turismo Alicante Interior, Ramón Reche, comenta, respecto al sector de la hostelería que, “en zona de interior no tiene nada que ver con la costa, nosotros llevamos una línea plana con alguna punta de temporada alta como fiestas de Moros y Cristianos o Navidad. Dentro de esa línea, no podemos tocar mucho los precios porque no hay margen”. Pese a ello, y con el objetivo de hacer frente a todas las subidas producidas, indica que “la subida de precios que ha habido en nuestro sector es de un 6,5%”, a la vez que detalla que, por ejemplo, este aumento en el caso de las energías ha sido del 25%, del 15% en la materia prima y “de los sueldos un 7,5%”. “Es imposible trasladar esa subida directamente al cliente”, apunta Reche, y continua explicando que la media de todas esas subidas sería de un 23-25%, por lo que ese desfase del 12-14% “lo asume la empresa”.
El vicepresidente de Turismo Alicante Interior explica que desde la pasada Navidad se han notado “puntas de trabajo” en la hostelería, principalmente porque la Covid-19 empezó a quedarse en un segundo plano y la gente comenzó a animarse a salir de nuevo. En ese momento, ya se percibió que mucha gente que trabajaba en ese sector se trasladó a otro porque precisamente la hostelería fue uno de los más afectados por las restricciones, por lo que había “falta de personal” que ahora se hace necesario porque “hay mucho trabajo, pero todo ese trabajo que estamos teniendo no está suponiendo ni de lejos la rentabilidad de antes”.
Reche añade a todo ese listado los ICO: “por el tema de la Covid muchos tuvimos que recurrir a esos préstamos y ahora los estamos devolviendo, y se nos junta esto con todas las subidas de precios”.
Tal y como se ha señalado previamente, la inflación afecta directamente al poder adquisitivo de los ciudadanos: “el mes de julio está siendo muy raro, los fines de semana se van cubriendo, pero está siendo mucho más tranquilo de lo habitual. La gente se recorta del ocio, y se está notando la caída de reservas en comparación con otros años y no puedes hacer una previsión para el mes de agosto, estamos yendo semana a semana”.
Esa misma incertidumbre plantea el presidente de la Asociación Comarcal de Empresarios del Comercio de Alcoy (ACECA), Rafa Pérez: “la sensación es muy negativa y preocupante”.
Pérez señala que las citadas subidas están “creando un problema muy serio y bastante intenso en el comercio. Los pequeños y medianos comerciantes estamos manteniendo los mismos precios rebajándonos, de alguna manera, nuestros márgenes, los cuales cada vez están más limitados porque los gastos están subiendo de forma exagerada”.
Por el momento, ya que esta situación es “inaguantable y no se puede llevar muy lejos en el tiempo”, el comercio de Alcoy está “apostando por el consumidor para no agravar tanto esas subidas, que están dejando a la sociedad con menos recursos económicos”.
Al igual que Reche, el presidente de ACECA insiste en que estamos atravesando “un trance muy importante, complicado y difícil”, haciendo alusión a la pandemia, la guerra, la crisis económica…es por ello por lo que considera necesario reflexionar sobre ello.
Apunta que, desde diversas asociaciones comerciales están teniendo “reuniones continuamente” con algunas administraciones para tratar de saber “qué es lo que va a ocurrir, porque no ves la luz al final de este túnel, y además es algo que no depende de ayuntamientos o consellerias, si no de macroeconomías”. Por este motivo, remarca que de alguna manera se debería tratar de “minimizar los gastos” de las pequeñas y medianas empresas, sobre las que afirma “estar en peligro” ya que esta situación las puede llevar al cierre.
SI bien en la hostelería se está notando la merma en las reservas, en el comercio las rebajas siguen sin despuntar. Sobre esto, Pérez detalla que desde que las rebajas se liberalizaron en la Comunitat Valenciana “no tienen la fuerza de antes” y que en este caso, “estamos prácticamente al mismo nivel que el año pasado, que ya no fue bueno”.
Estas dos versiones contrastan con la del Centro Comercial Alzamora, cuyo gerente, Jorge Valcárcel asegura que “estamos viendo una recuperación generalizada, incluso locales que están mejorando con respecto a antes de la pandemia”.
Recuerda que este año 2022 empezó más “flojo”, pero que ahora, “a medida que están pasando los meses las ventas están mejorando”, por lo que las sensaciones en esta instalación referente son positivas.