Jesús Mullor, sin palabras

Si la pintura de Jesús Mullor es inefable, es decir no se puede explicar o describir con palabras, la personalidad del artista proyectada en la obra ayuda a definirla. De este modo encontramos a un artista indomable y testarudo en la búsqueda de las grandes respuestas. La pintura de Mullor expresa esa búsqueda del ser humano del sentido de nuestra existencia, una indagación vital hacia las más elementales preguntas: ¿qué hacemos aquí? ¿A dónde vamos? A la falta de respuesta, el autor se proyecta en su pintura por medio de unos seres buscadores que habitan entre las costuras de sus obras y construye formalmente para ellos unos mapas donde darles cobijo.
Caminan estos seres sin reparar en la meta, pues desconocen la forma de llegar se encuentran en el mismo camino, establecen una solidaridad común que parte de la soledad del caminante y la certeza de que si no hay respuesta, al menos comparten el mismo sendero. Es un movimiento de búsqueda que no acaba, con un infinito horizonte donde los seres empatizan y viven situaciones que son precisamente aquellas que los unen.
Tres escenarios presenta Jesús Mullor en esta exposición, los Mapas emocionales, las Crónicas del confinamiento y las Constelaciones.Jesús crea sus Mapas emocionales como espacio-ámbito donde habitan seres esquemáticos, estilizados, pictogramas que interactúan en los escenarios de la ciudad. Los mapas de Mullor poseen la impronta de sus viajes por América y la India. Hay que observarlos y percatarse de sus pobladores.
El mapa es el espacio mental donde ocurre todo lo que siento y vivo, desde lo cotidiano a lo más íntimo y elevado, afirma el artista.
Los moradores del mapa se observan, se ensimisman, mueven poleas, miran el entorno que los rodea, que les da vida sin ninguna explicación en medio de una sinestesia de colores y formas que les impelen a seguir buscando respuestas a través del espacio caleidoscópico del cuadro. Allí encontramos, al renunciante, al buscador, al escarbador de basura, al cambiador de piel a personas atrapadas en redes, seres caminando sobre la infinita rueda del hámster, humanos deambulando por las ciudades del Ganges o por las adoquinadas calles de las ciudades occidentales.
En las Crónicas del confinamiento encontraremos a las cabras montesas que vuelven a las ciudades deshabitadas por la pandemia, unos ciudadanos que se comunican a través de tecnologías de la información y la comunicación unidireccionales constituidas por redes de microchips que evitan el contacto interpersonal y favorecen la distancia. Envueltos en su propia burbuja flotante, forman siluetas que se asoman por ventanas y balcones.
Por último, en la serie de Constelaciones, Jesús Mullor apela al carácter permanentemente atávico del ser humano en su búsqueda constante de analogías y similitudes, también cuando dirige su mirada hacia las estrellas a las que agrupa formando constelaciones que sugieren una forma, como la constelación del Arquero o de la Hormiga, señalando de este modo el afán por encontrar explicaciones a todo y encerrar la realidad en un nombre que denote un símbolo comprensible y así nos aleje del miedo a lo desconocido.
Técnicamente, el pintor trabaja la resina con pigmentos naturales traídos frecuentemente de oriente en sus viajes a la India y que aplica sobre plancha de grabado de metal lo que le permite crear una textura de cerámica de elevada fuerza expresiva y de gran solidez y durabilidad
En esta exposición, nos presenta también las series de pintura-escultura compuesta por resinas sostenidas por un sólido soporte de hierro además de adentrarse en la exploración de la técnica de los cuadros translúcidos.
Jesús Mullor, es uno de nuestros artistas más internacionales, con exposiciones en galerías de Berlín, Ámsterdam, Francia, Portugal, México…etc. Ahora vuelve para mostrarnos de nuevo en la Fundación Mutua de Levante unas obras repletas de libertad, espontaneidad y compromiso vital que denotan un extenso conocimiento de las técnicas pictóricas, consecuencia de su profunda investigación en los materiales que la sustentan.
Una Exposición sin palabras, pero no sin comentarios, que dará que hablar.