Las pulgas del hospital
Los profesionales sanitarios han diagnosticado la situación del hospital Virgen de los Lirios: el hospital se muere. Los síntomas son claros: falta de personal en especialidades, especialmente en Anestesia, y serias dificultades para cubrir el servicio de Urgencias. Lejos de ofrecer tratamiento, la Conselleria de Sanidad ha agravado la situación con un insuficiente refuerzo de plazas de enfermería y auxiliares, lo que ha provocado la dimisión del equipo directivo de Enfermería.
La conselleria de Ana Barceló debe explicar por qué condena a los alcoyanos a tener una sanidad pública de segunda división. Por qué consiente que la actividad quirúrgica se reduzca a la mitad por la falta de anestesistas, situando a Alcoy en cabeza de las listas de espera. O por qué consiente que año tras año el servicio de Urgencias colapse por la carencia de personal. En 2019 dimitió el jefe del servicio por este motivo, que derivó en “situaciones dramáticas” para el servicio. Pese al escándalo, no ha habido soluciones. No en vano a principios de abril el pleno del Ayuntamiento acordó, a propuesta del PP, solicitar medidas a Sanidad para que este problema no vuelve a repetirse.
La exigua propuesta de plazas de enfermería es la gota que colma el vaso. Mientras otros hospitales de similares características, léase Elda, van a ampliar de forma considerable su plantilla a partir del 1 de mayo, en Alcoy solo se cubrirán 25 de las 65 plazas solicitadas. Esta es la verdadera respuesta de la conselleria a la crítica situación del hospital: relegarlo a la cola.
Con un terrible desprecio ha contestado la conselleria a las protestas de los sanitarios. La plataforma de médicos, bajo el lema-diagnóstico el hospital se muere, ha reclamado durante el último año una solución estructural y definitiva a las importantes deficiencias de recursos técnicos y humanos que impedirían una correcta asistencia de no ser por el extraordinario esfuerzo de los profesionales sanitarios.
Una solución que no solo pasa por atender las reivindicaciones del colectivo respecto a la contratación de los facultativos y personal sanitario para evitar situaciones como las producidas durante los últimos años, si no además, por implementar medidas que hagan atractivo el departamento para los profesionales. El primer paso debería ser proponer incentivos, ya que el Virgen de los Lirios de Alcoy está considerado como hospital de difícil cobertura.
La situación del hospital es un síntoma más de la decadencia que padece Alcoy, cada vez con menos población, menos actividad económica y con unas infraestructuras en avanzado estado de deterioro. Por ese motivo, independientemente de los incentivos que pueda plantear la conselleria, si es que se digna a ello, para atraer a profesionales de la salud a nuestro departamento, la ciudad también debe ofrecer alicientes a los profesionales que puedan venir.
Una ciudad con industria y, por tanto, con empleo, ofrecerá oportunidades. Podrá atraer a nuevos habitantes, lo que conlleva un aumento de los servicios: del comercio, de la cultura, del ocio. En definitiva, de la calidad de vida. Por eso el Ayuntamiento no puede ponerse de perfil: ni a la hora de reivindicar ante Sanidad ni a la hora de definir políticas que rescaten a Alcoy del peligroso viaje hacia el abismo a la que la conduce Antonio Francés.
De lo contrario, a perro flaco todo son pulgas.
AMALIA PAYÁ. Concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Alcoy