Descubriendo el ‘Mors in vita’ de Cabrera
En un acto organizado por el Instituto Juan Gil-Albert y el Ayuntamiento de Alcoy
En el Heraldo de Madrid, del 18 de enero de 1929, firmada por E.S. Martínez de la Torre, se publica una entrevista, a doble página, con el pintor alcoyano Fernando Cabrera Cantó, Don Fernando (Alcoy,1866-1937). Su reflexión sobre el cuadro “Mors in vita” es toda una declaración de principios que define a este artista singular: “El color en Mors in vita está amasado con lágrimas. Cada cuadro es el recuerdo de una época de mi vida, son cuadros sentidos por mi, con un alma que solamente yo puedo comprender”.
Y ahí estaba, colocado entre dos pilares del Salón Rotonda del Círculo Industrial, la tarde del pasado miércoles, el Mors in vita, imponiendo su presencia de contrastes, transmitiendo a cada uno de los asistentes a la conferencia de la historiadora María Guillem un sentimiento diferente. El Instituto Juan Gil-Albert y el Ayuntamiento de Alcoy ofrecían esta sesión, la primera del año 2022, de Descubre una obra de arte, centrada en el cuadro Mors in vita, de Fernando Cabrera, una obra al óleo de 203X276 centímetros de tamaño, pintada en 1898 para ser presentada el año siguiente en el certamen nacional de Bellas Artes de Madrid, donde no consiguió ningún reconocimiento, con críticas a favor y en contra. Es en la exposición universal de París, en 1900, cuando logra una medalla de bronce.
María Guillem, licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca, que ha trabajado para las colecciones artísticas DKV y Banco Santander, fue la encargada de profundizar y explicar lo que había detrás de este impresionante cuadro del maestro Cabrera, siendo presentada por el presidente del Círculo, Indalecio Carbonell, quien recordó la relación del pintor con la institución donde dejo su impronta en la biblioteca y en la Gruta, donde llegó a ser presidente. También intervino Pilar Tébar, directora del Instituto Gil-Albert, quien mostró su satisfacción por haber iniciado este ciclo en un marco tan singular y especial como el del Círculo Industrial y con un referente de la pintura del siglo XIX.
La ponente, María Guillem, comenzó ofreciendo una semblanza del artista para comentar las características del cuadro expuesto, deteniéndose en la singularidad de tratarse de una segunda versión, diferente a la presentada a la nacional de Bellas Artes y a la Universal de París, ayudándose de la proyección de diferentes imágenes.
Mors in vita presenta el contraste de la escena de unos cuerpos sin vida en un depósito de cadáveres con la explosión de la primavera en unos árboles que se descubren a través de unos grandes ventanales. Esta obra no es un “más de lo mismo” en la trayectoria del artista alcoyano que convertiría su estudio, en la Casa del Pavo, en un activo centro de cultura, ya que pese a seguir con “el asunto” de la muerte y la tragedia, incorpora la fuerza de la luz y el color que está contagiando entre sus contemporáneos Joaquín Sorolla (1823-1923).
La ponente destacó los cambios registrados en la obra entre la primera y la segunda versión, compartiendo con los asistentes la localización de las “siete diferencias”, algunas de ellas ostensibles.
Puede leer el artículo completo en la edición de El Nostre Ciutat del sábado 15 de enero de 2022.