Una sonrisa

Viendo por televisión las extrañas pero emocionantes olimpiadas pude comprobar algo que me hizo tener un interés inusitado en estos días pasados de vacaciones.

Recuerdo que viendo una de las semifinales de los cien metros lisos femeninos, enfocaron a las participantes. Habían mujeres de distintas razas, peinados y físicos; alguna con una espectacular melena a rastras, otra con ojos pequeños y rasgados, habían altas y delgadas, otras bajitas y con anchas espaldas incluso alguna con un aspecto más masculino que femenino. En definitiva que con una pasada rápida de cámara no resultaban muy amables. Sin embargo en la presentación de cada una de ellas y del país al que representaban, la cámara las enfocaba de manera individual y ellas sabedoras de que estaban saliendo por las pantallas de televisión de todo el mundo, miraban a la cámara con una sonrisa en la cara. Parecían mujeres diferentes, estaban muy cambiadas con el simple hecho de ese agradable gesto. Luego pude comprobar que pasaba algo parecido en la carrera de hombres.

Pues a partir de ese momento he intentado mirar a todas las personas con una sonrisa y por lo general responden a mi saludo o comentario con una gran amabilidad. Al hacer la compra, pasear o por cualquier lugar que pasáramos con la sonrisa en la cara las personas parecían mucho más simpáticas.

Además mientras sonreímos movemos doce músculos, que no es para ir a las olimpiadas pero algo es algo. Al sonreír oxigenamos el cuerpo, regulamos el pulso cardiaco, aumenta la mente creativa de memoria y felicidad, nos ayuda a tener menos estrés y a tener mejores relaciones sociales. Dicen que ayuda a superar los miedos a mejorar nuestras defensas y según he podido leer, hay estudios que dicen que las personas que sonríen viven entre 4 y 7 años más que las personas que siempre están serias. Fíjate lo bonita que es la sonrisa de un niño, la de aquella persona que amas. Pues de la misma manera puedes verte bonita con una sonrisa en la cara.

Así que a sonreír y a vivir con alegría. Ya nos lo dice la Biblia en el libro de Proverbios 15:15 Si estás triste todos los días son malos; si estás feliz, todos los días son de fiesta.

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