Adriana Brownlee hace cumbre en el Everest
La joven inglesa es hija de la alcoyana Eva Piñón
Un mes y medio después de emprender la aventura de hacer cumbre en el Everest, uno de los grandes mitos del montañismo universal, la joven inglesa Adriana Brownlee lograba hacer realidad a comienzos de semana el gran sueño por el cual tanto había trabajado en los últimos meses, y así por primera vez en la historia genes alcoyanos han pasado a formar parte de la leyenda de este deporte.
La joven inglesa, de 20 años, es hija de Eva Piñón, una alcoyana que hace veintidós años, allá por 1999, decidió completar su formación en Londres. Lo que iba a ser una estancia de seis meses, acabó alargándose un año y ya son más de dos décadas en la capital inglesa, donde vive y nació Adriana Brownlee, que desde hace unas semanas, tiene expectante al mundo del alpinismo mundial, por su historia de precocidad.
Fue su padre y marido de Eva, un enamorado de la montaña, quien le aficionó desde bien pequeña a este mundo. Adriana se convirtió a una edad muy temprana en la alpinista más joven del Reino Unido en ascender tres picos en menos de 24 horas. Fue en 2017, cuando la joven inglesa comenzó a experimentar en altitud y acompañado de su padre, escaló el monte Elbrus (5.642 metros), el Kilimanjaro (4.809) y el Aconcagua (6.962), los tres antes de cumplir los 18 años.
Este invierno participó, como preparación al Everest e invitada por Nirmal Purja ‘Nim’, toda una celebridad en la materia y nombrado por la reina Isabell II miembro de la Orden del Imperio Británico, en la primera ascensión que hubo al mítico K2 tras los meses más duros de la pandemia. El objetivo de Adriana no era hacer cumbre, sino la oportunidad de acumular experiencia y sensaciones, con temperaturas hasta ese momento inimaginables para ella, avalanchas, dedos congelados e incluso la dura experiencia de ver la muerte en montaña.
Fue una manera de curtirse sobre el terreno para lo que se le venía encima a principios de abril. La aventura comenzó a mediados de mes con el periodo de adaptación tras ascender hasta el campamento base, situado a 4.910 metros de altitud. Los últimos días, hasta hacer cumbre el lunes de la pasada semana a la 1:15 hora local, fueron de una extraordinaria complejidad y a punto estuvo de abortarse la ascensión.
Solo la obstinación del reconocido alpinista nepalí Nirmal Purja ‘Nims’, hizo posible que la expedición siguiera adelante, después que hace diez días el gobierno nepalí ordenara a todos los grupos presentes desalojar el campamento base por dos avalanchas y las predicciones de un temporal muy fuerte. El pasado 29 de mayo dejaron de chequearse cuerdas y escaleras ante tan alarmante amenaza.
Fue Nims quien terminó por convencer a las autoridades locales para esperar una semana más. La expedición hubo de hacer un sobresfuerzo para abrirse paso entre toda la nieve acumulada la última semana y con cuerdas escondidas por el temporal lograron ascender hasta los 8.849 metros y hacer cumbre en el Everest el pasado lunes.
Inmediatamente tuvieron que emprender regreso hacia el campamento 4, donde junto a otras tres alpinistas iba a afrontar la segunda parte de la expedición, con la ascensión al Lhotse, la cuarta montaña más alta de la tierra, completando así un doble ochomil, pero ahora sí el gobierno local prohibió salir al equipo Elite Exped, de la que Eva Brownlee forma parte, por avalanchas, clausurando así la temporada de expediciones al Lhotse. La joven inglesa se encuentra desde mitad de semana en el campamento base “sana y salva, por fin puedo respirar”, ha confesado su madre, la alcoyana Eva Piñón.