El skate, algo más que una moda callejera

Esta nueva disciplina olímpica contará con nuevo club y escuela local

El skate, algo más que una moda callejera
La primera escuela local comenzó a funcionar durante la pasada Semana Santa tras una convocatoria por redes sociales

Las paradojas de nuestro deporte llevan a que la ciudad tenga instalaciones –no una, sino dos específicas–, cuente con ‘skaters’ de renombre dentro del panorama nacional, hasta incluso el respaldo de una de las empresas más potentes en la organización de eventos por toda la geografía estatal, pero en cambio no disponga de club propio que aglutine todo el talento local, ni por supuesto una escuela que garantice el futuro de un deporte que por primera vez este verano será olímpico en Tokio 2021.

Una incongruencia que desde el propio colectivo se quiere reparar con la toma de una serie de decisiones para definitivamente pasar a la acción y que el skate –la práctica del monopatín de toda la vida– deje de ser una ilusión virtual para muchos niños y niñas que les gustaría iniciarse, pero que hasta ahora no tenían ese entorno idóneo que les llevara más allá de una simple práctica callejera y dotarlo así de la infraestructura necesaria para convertirlo en un deporte más dentro de la oferta local.

Ese salto de la nada cuenta con la implicación de la propia comunidad ‘skater’ de la ciudad, del Centre d’Esports llevando adelante el proyecto de construcción del skatepark debajo del puente de Cervantes y, últimamente, de la Federación Valenciana de Patinaje, que se está encargando de formalizar el Club Alcoi Skateboarding, que en breves fechas se convertirá en el primer club local de esta disciplina deportiva.

Al frente de todas estas sinergias alrededor del skate local se sitúan Nacho García ‘Fhire’ y Alejandro Beneito ‘Pelu’, dos personajes, cada uno en su parcela, con su cartel a nivel nacional, que han decidido unir esfuerzos y su experiencia en este deporte para ponerse al frente de esta nueva entidad local, pero sobre todo embarcarse en su fomento como disciplina deportiva en torno a la primera escuela local, bajo la denominación de Skatelearn.

Los primeros pasos fueron dados esta pasada Semana Santa, aprovechando las vacaciones escolares, a través de una convocatoria por las redes sociales que tuvo una respuesta inmediata. “No queremos que sea una cuestión solo local, estamos abiertos a la comarca, incluso a nivel provincial si hace falta. Lo nuestro es pura vocación y estas semanas nos han demostrado que es posible tener una escuela a nivel local y crecer”, explica Fhire.

De momento no llegan a la decena, son nueve alumnos permanentes y su mayor orgullo es contar con un ‘skater’ de 47 años y otro que venga de Muro. “De momento estamos dos días a la semana, los martes y los jueves, de 17,30 a 19 horas, con clases bien en el parque de Batoi o en el skatepark de Cervantes. Tenemos la suerte de contar con dos instalaciones en la ciudad que nos permiten practicar tanto el skate de calle como de rampa. Incluso también utilizamos el denominado parque de los tubos en la Zona Nord para según que tipo de actividades”, apunta Pelu.

Ambos que se muestran sorprendidos de la respuesta obtenida y también de la reacción tan positiva de algunos padres tras lanzar la escuela. “Nos han dado la enhorabuena y nos han animado mucho a tirar hacia adelante. Es como si llevaran años esperando una iniciativa así. Muchos de los alumnos que tenemos son niños que no tenían su espacio en deportes llamados convencionales como pueda ser el fútbol, el baloncesto o la gimnasia, y que aquí han encontrado su verdadero mundo. Era chavales, muchos de ellos, que les costaba relacionarse y que solo querían jugar a la videoconsola”, explica Fhire.

Otra cuestión que les ha sorprendido ha sido ver que han tenido más peticiones de chicas que de chicos. “Ven que el skate no es una cuestión de edades ni de género. Es un deporte que enseña valores que luego puedes trasladar a tu día a día. Aquí fallas y te levantas, se acepta el fallo. Es una cuestión de perseverancia, de ser constante a la hora de ejecutar un truco hasta que te salga. Cuando lo consigues, eres la persona más feliz del mundo”, resuelve Pelu.

Comenzaron en Semana Santa con un curso de iniciación. La idea es seguir adelante con clases de perfeccionamiento y tecnificación a medida que avance el nivel de las clases. También se quiere crear una especie de becas para aquellos alumnos con escasos recursos económicos pero con un gran potencial deportivo para seguir mejorando. “En la medida de nuestras posibilidades queremos ayudar a todo aquel que quiera aprender y superarse. Nuestra idea es crear un grupo de chavales muy potente con ganas de aprender y crecer como deportistas. El skate nació como una práctica callejera y actualmente ya es un deporte más, además olímpico, con lo que ello supone para su crecimiento de cara al futuro. Hay detrás una metodología de trabajo que nosotros queremos aplicar”, apuntan ambos a la vez que explican que uno de sus proyectos es organizar este verano un Campus de carácter nacional aprovechando las infraestructuras que ofrece la ciudad a todos los niveles.

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