Nueva etapa en el Eduardo Latorre

Hace tiempo que muchos le perdieron la pista, pero quienes le conocen saben que su cabeza nunca se fue, que quedó atrapada para siempre por una forma de trabajar que le fascinó y se prometió algún día volver. Ese momento llegó a comienzos de año, a modo de increíble regalo de Reyes, el mejor que podía tener Jonathan Couñago, Jony para los más allegados, cuando le llamaron para anunciarle que había sido elegido entre diecisiete candidatos como nuevo director del Complejo Eduardo Latorre, instalación que desde la marcha a comienzos de 2019 de Nuria Trenzano al Ayuntamiento de Alicante tenía la plaza vacante y con un responsable interino, en este caso Diego Gisbert, que vuelve a su puesto de trabajo.

Son bastantes los que recordarán al Jonathan Couñago como subdirector del Centre d’Esports del gobierno de Jorge Sedano, como cargo de confianza, primero con Santi Botella como concejal y después con Mario Santacreu. Fueron entonces muchos los que no entendieron la designación de un chaval 26 años, recién licenciado en Educación Física por la Universidad Católica de Murcia, que accediera a un cargo de tanta relevancia y sin ninguna experiencia previa en la vida pública.

“Al día siguiente de mi nombramiento”, recuerda Jonathan Couñago, “me dijeron que tenía que dar una rueda de prensa sobre el Nadal a 3. Quería que me tragara la tierra. Fue una puesta en escena por todo lo alto que nunca olvidaré”. A aquella primera noche sin dormir le vinieron otras muchas durante cinco años, el suficiente tiempo para reafirmarse en su vocación como gestor deportivo. “Josele González era el director y él se encargaba más de la relación con los clubes y yo de las actividades. Aquellos años fueron como un máster para mí. Siempre me ha gustado saber el porqué de las cosas. Iba a una instalación deportiva me sentía más cómodo centrándome en su funcionamiento e intentando imaginar lo que haría para que mejorar las cosas. Esa curiosidad por determinadas cosas ha sido la que me ha llevado a enfocar mi vida profesional hacía la gestión deportiva. Entiendo su práctica habitual como una fuente de salud por los valores únicos que transmite”, explica alguien que es Máster en Gestión Deportiva desde 2018.

MISMO PUNTO DE PARTIDA
El destino ha querido que quince años después de aquella presentación que causó cierta sorpresa, la historia se repita y vuelva casi al punto de partida. Jonathan Couñago se dio a conocer en la vida pública porque Nuria Trenzano acababa de ser designada la primera directora del Complejo Eduardo Latorre y su plaza en el Centre d’Esports había quedado vacante. Tres lustros después, los caminos de ambos vuelven a cruzarse, Nuria Trenzano dejó la dirección tras aprobar la oposición como Técnica Superior de Deportes del Ayuntamiento de Alicante y Jonathan Couñago aparece otra vez en escena para ocupar su puesto. “Nuria Trenzano, además de un referente y una extraordinaria profesional, para mí es una persona muy especial. Fue de las primeras que hablé cuando me dijeron que había sido la persona elegida”, enfatiza.

Aquellos cinco años en el Centre d’Esports marcaron para siempre su forma de relacionarse con la profesión. “Reconozco que fui un privilegiado, con 26 años y sin ninguna experiencia anterior, me dieran un cargo de tanta responsabilidad. Al principio sentí vértigo, después empecé a remar por mi mismo. Esa inexperiencia me llevó a creer que estaba allí como técnico deportivo, cuando realmente era un cargo político, nombrado por un partido político y se me etiquetó por ello. Me costó asimilarlo, igual que fue difícil digerir que después de cinco años no se valorara el trabajo realizado, simplemente cambiaban las siglas en el Ayuntamiento y entraban otras personas. Me dolió, ahora con perspectiva piensas que fue una gran experiencia que me ayudó mucho. Si estoy aquí ahora es por aquella etapa que forjó mi posterior perfil profesional. Fue bonito porque el deporte no entiende de signos políticos. Logra unir y hace que todos trabajen en la misma dirección, independientemente de la ideología de cada uno”, desvela.

Después de aquella etapa que acabó hace justo una década, Jonathan Couñago siguió de alguna manera vinculado al mundo del deporte, con algunos vaivenes, aunque más intensamente desde hace tres años cuando creó su propia empresa de gestión deportiva trabajando para clubes, deportistas y ayuntamientos. Una labor que últimamente compaginó como profesor interino en un colegio de Primaria en Valencia.

Hasta que llegó esta oportunidad a través de Portalemp, el portal del empleo del Ayuntamiento de Alcoy, siendo la persona elegida en un concurso de méritos.

Couñago, ya con 40 años, llega a la dirección del Complejo Eduardo Latorre con un contrato que se tendrá que renovar cada seis meses. “Igual que fue frustrante que no se valorara mi trabajo por mi condición de cargo de confianza, ahora llego a este cargo como técnico y por unos méritos. Es una suerte que en todos estos años no haya perdido el contacto con la gente y conozca al 80 por ciento del personal de la instalación. Muchos de ellos llevan trabajando desde su inauguración hace 14 años. Es un personal muy implicado y profesional, puedo decir tranquilamente que es el principal activo que tiene el Complejo Eduardo Latorre. Pero como en muchas cosas de la vida, todo es mejorable y ahí quiero entrar yo. Estas semanas que la instalación lleva cerrada, me están sirviendo para analizar la situación y hacer un diagnóstico, ver lo que se están haciendo mal y saber si se puede potenciar lo que se hace bien. La instalación está situada en un edificio único, con unas enormes posibilidades y hay que ver hasta dónde podemos llegar”, subraya.

La instalación en su época de mayor esplendor superó los 2.000 abonados y tuvo lista de espera. La pandemia ha reducido el número de usuarios a algo más de la mitad. “La idea es llegar a todo tipo de gente y mayores ratios de edad posibles. Que el Complejo se encuentre cada vez más presente en la sociedad local como un medio para mejorar la salud de las personas. Ahí están los estudios científicos que lo constatan.

Ofrecer programas enfocados a potenciar la salud. Quien quiera jugar al fútbol o al baloncesto está claro que se irá a un club, aunque también podrá venir al Eduardo Latorre a nadar o muscular. En la instalación deben caber todos”.

La piscina es la joya de la corona, su nuevo director sabe de su potencial y la influencia que puede tener a la hora de atraer nuevos abonados. “Quiero saber el uso que se le está dando y ver si se puede potenciar con una serie de inversiones para mejorar su rendimiento”, concreta Jonathan Couñago al tiempo que no se olvida de otras cuestiones, como conocer la opinión de los usuarios. “No podemos dar lo mejor de nosotros mismos sin conocer cómo nos ven los abonados, qué opinan de la instalación, si están cómodos”, para ello Jonathan Couñago considera esencial mejorar la comunicación con ellos a través de un feedback real y potenciar la redes sociales de la instalación.