Gaizka Porras cumple su tercer curso como becado por la federación en el centro de alto rendimiento de Valencia

Si algo puede presumir nuestro deporte de finales 2020 es que figuras ya contrastadas como Jorge Molina o Néstor Abad tienen relevo que por detrás vienen empujando fuerte. Entre las jóvenes promesas que buscan hacerse un hueco en el deporte de élite destaca el nombre de Gaizka Porras. El judo, gracias a la encomiable labor que durante más de cinco décadas ha desarrollado el Judo Club Alcoi, ha sido una constante fábrica de excelentes competidores.

Fueron muchos los que brillaron en campeonatos provinciales y autonómicos, mientros otros lo hicieron a nivel nacional. Entre ese selecto ramillete de judokas que despuntaron en Campeonatos de España, la que llegó más lejos fue Carol Prats, ahora ya retirada.

Coincidiendo con sus últimos coletazos como excelente competidora afloraba una excelente generación de prometedores judokas locales cuya punta de lanza fueron Adrián Sanchis y Gaizka Porras. El primero consiguió proclamarse campeón de España cadete en 2017 y decidió sacrificar una carrera que apuntaba alto por sus estudios de ingeniería. Su compañero de generación, con un judo de maduración más tranquila, fue quien tomó el relevo y siguió adelante. Un año después del título nacional de Adrián Sanchis, Gaizka Porras lograba la medalla de plata como cadete en el Campeonato de España.

Fue cuando la Federación Española de Judo, dentro de su política de captación de nuevos valores, le echó las redes al alcoyano y le incluyó en su programa de jóvenes talentos como un diamante en bruto por pulir. Este curso cumple su tercer año como becado en el Centro de Alto Rendimiento que tiene la Federación Española de Judo en Valencia.

“Han sido años difíciles pero de aprendizaje. Me costó eso de tener que dejar tu casa con 16 años, irte a vivir a una gran ciudad, la exigencia de estar entrenando con los mejores y tener que organizarte todo, desde las comidas, las clases, los entrenamientos”, confiesa Gaizka Porras, que está pasando estas Navidades en casa, aunque no por ello descuida la forma y por las tardes entrena en las instalaciones del Judo Club Alcoi.

EN EL MEJOR MOMENTO
Después de dos años de adaptación a su nueva vida, asegura estar preparado. “Estoy en mi mejor momento desde que me marché a Valencia, tanto física como mentalmente. Sobre todo la parte mental es la que más estoy tratando de mejorar. El judo es fuerza, pero también técnica y táctica y si mentalmente no consigues controlarte difícilmente podrás lograr buenos resultados en las grandes competiciones. Antes me ponía muy nervioso, me sigue pasando a la hora de empezar a competir, pero trato de controlar esos impulsos. Muchos combates se deciden por detalles y ahí es donde quiero mejorar”.

El año que estamos a punto de estrenar es fundamental en su carrera. Será el último como júnior antes de dar el salto a la categoría absoluta. El judo, un deporte de contacto, ha sido uno de los más golpeados por la pandemia. No hubo campeonatos territoriales ni Copas de España, solo hace dos semanas se celebró el Campeonato de España sénior.

Aunque aún es júnior, la Federación Valenciana lo seleccionó y pudo debutar en Madrid en un absoluto. Ganó el primer combate y perdió el segundo por un gold score o punto de oro con el alcoyano llevando la iniciativa. Gaizka Porras se quedó sin repesca, que era su objetivo. “Acabé satisfecho, fui con muchas dudas tras tantos meses sin competir, pero pude comprobar que estoy a la altura. Ello me da mucha fuerza para el futuro”.

Lo que viene a corto plazo es el Campeonato de España júnior. Será en febrero muy posiblemente en el mismo escenario del Nacional sénior. “Mi primer objetivo es una medalla, después está ser campeón de España. Quiero conseguirlo y estoy capacitado para lograrlo. No es ninguna utopía”.

Dependiendo del resultado, el Nacional será la llave para el Europeo o las Copas de Europa, competición que viene disputando con asiduidad desde cadete formando parte de la Selección Española. “Mi meta es la élite y el sueño, ser olímpico. Es por lo que trabajo a diario, para mi el judo es la manera que tengo de conectarme con el mundo”.