“La satisfacción es que el sector ha sabido reaccionar” – Pepe Serna, presidente de ATEVAL

Serna tomó posesión del cargo de presidente de ATEVAL en los primeros días del mes de julio pasado

Pepe Serna, presidente de ATEVAL: “La satisfacción es que el sector ha sabido reaccionar”
Pepe Serna, presidente de ATEVAL

En los primeros días del mes de julio pasado, en los que José Vicente Serna, tomó posesión del cargo de presidente de ATEVAL se estaba en plena desescalada de una pandemia que había obligado al confinamiento de la población y a la paralización de la actividad de aquellos sectores considerados no esenciales. Ahora, en la segunda oleada del Covid-19, se ha decretado el cierre perimetral de las Comunidades y se toman medidas y se aplican restricciones para lograr frenar la pandemia y a su vez que no afecten gravemente a la economía. 

“En este país se han cerrado 67.000 establecimientos comerciales, hay familias afectadas, ha subido el paro y habrá una bajada del consumo. La situación es preocupante, pero por otro lado, la satisfacción es que el sector textil  ha sabido reaccionar”. Se refiere Serna a las empresas que han adaptado su producción a las necesidades del momento, encontrando nuevos nichos de mercado. «Una parte importante se ha agarrado a una nueva división, como es el textil sanitario”, resalta. Piensa que es una producción “que ha venido para quedarse. Quizá no toda la gama de productos y habrá un momento en que la producción tendrá que adaptarse a la ley de la oferta y la demanda”, pero ha dado lugar a “generar un campo más amplio de textiles funcionales, avanzados o técnicos, aplicados a las diferentes posibilidades que tiene el textil”.

Al presidente de ATEVAL no le sorprende esta reacción que ha tenido el textil, un sector, sostiene, “con una gran capacidad de adaptación. Estamos acostumbrados a las crisis. Se podría decir que somos unos enfermos crónicos afectados por todo tipo de situaciones anómalas, como la crisis del Golfo, la del petróleo, la competencia de los mercados asiáticos,  el coronavirus…”.

La reacción a la que alude Serna dio sus primeros pasos cuando algunas pocas empresas empezaron a confeccionar mascarillas de confección, para pasar luego a fabricar otras mucho más competitivas “que se hacen en máquinas especiales para este tipo de producto”. Una maquinaria que en algunos casos ha sido importada y, en otros, desarrollada aquí. “Tenemos la satisfacción de que existen ya cinco empresas de nuestro entorno que hacer maquinaria para fabricar mascarillas”. 

60 MILLONES DE MASCARILLAS AL MES

Esta acción ha permitido que “de tener una capacidad de producción cero se ha pasado a fabricar 50 o 60 millones de mascarillas al mes. Todo eso es posible a que en estas comarcas hay mucha creatividad”, asegura. 

En ese cambio experimentado por algunas empresas ha tenido un papel fundamental el instituto tecnológico del Textil (AITEX) con sede en Alcoy. “Su participación ha sido esencial. Las mascarillas, las Epis, es un tipo de producto del que hay que homologar los materiales por un lado y el propio producto, por otro. Eso supone un tiempo. Los materiales se han de contrastar si son importados y los productos quirúrgicos han de pasar por la Agencia Española del Medicamento. Si no hubiésemos tenido AITEX todo este proceso que se ha desarrollado en unos meses hubiese sido mucho más complejo. Además es un servicio que, encima, está muy próximo al territorio y las empresas”. 

La situación en el sector textil, no obstante, no es todo de color de rosa. “Va por barrios”. Reconoce que las empresas que trabajan para la hostelería “lo están pasando mal porque ha habido un parón” y también han acusado los efectos de la pandemia aquellas dedicadas a la moda. “El consumo en ropa ha bajado. No hay fiestas, bodas o eventos y la gente cambia de vestuario lo justo”. 

Por contra, asegura que la división del textil para el hogar y el descanso “es de las menos afectadas. Al recluirse en casa o salir menos de vacaciones, son muchas las familias que están renovando la decoración en sus viviendas. Es algo que también está ocurriendo con el sector del mueble”, asegura. “En líneas generales, no nos podemos quejar”. 

Lo que no le ofrece ninguna duda es que, con la actual situación “va a producirse un cambio de escenario”. Sostiene que en el pasado muchos países europeos no han apostado por la industria y han deslocalizado su producción. “No ha habido esa política industrial” que ahora se echa de menos. “Se pensaba solo en crear marcas y distribuir, porque para producir ya estaba Asia. Ese no es el futuro”. Avanza Serna, para quien  “la globalización va a tener un carácter más regional o de proximidad, de países cercanos. Lo que se va a dejar es de depender de proveedores únicos”. 

Otro aspecto en el que hay que incidir, en opinión de Serna, es en la formación. “El sector requiere de mano formada y especializada. Hay que revalorizar la formación y en ese aspecto están jugando un papel fundamental el IES Jaume I de Ontinyent y el Cotes Baixes de Alcoy con sus grados, así como la universidad con el nuevo grado de robótica e informática industrial, que tiene mucho futuro.  Eso unido al centro de innovación previsto en Rodes y a la apuesta del Ayuntamiento de Ontinyent por el clúster sanitario, puede resultar muy positivo para el sector textil”. 

Otro pilar fundamental en el futuro se apoya en la inversión y la concesión de ayudas por parte de la administración. “Hubo un momento en que las ayudas para empresas sectoriales estuvieron suspendidas, pero luego se han reactivado”. Esas ayudas dan lugar a mejoras en las empresas. “El textil ha sido el sector más inversor en los últimos tres años en comparación con la importancia del propio sector”.

Pepe Serna, para finalizar, muestra su esperanza en que el próximo año pueda celebrarse la Feria Home Textiles Premium, que se ha tenido que suspender por el coronavirus, precisamente en el año en el que se iba a cumplir el 50 aniversario de la creación de la antigua Textilhogar. “Las ferias virtuales no están dando resultados. En estos certámenes se requiere del contacto físico. Teníamos mucha ilusión en la edición de 2020 que volvía a Valencia. Habrá que esperar a que baje la pandemia y a ver si se puede celebrar en el mes de septiembre del próximo año”, concluye.

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