El Francisco Laporta luce músculo

Con el polideportivo Francisco Laporta a pleno rendimiento tras las vacaciones, aunque con las limitaciones lógicas derivadas de la nueva normalidad, el nuevo curso deportivo viene acompañado de la mayor transformación en mucho tiempo de la principal instalación deportiva de la ciudad.

Mientras que la actividad deportiva sufría un frenazo en seco con la crisis sanitaria, suspendiendo todas las competiciones cuando iban a entrar en su fase decisiva, el ruido de máquinas venía a paliar el frío silencio que acompañaban unas instalaciones que en otras circunstancias estarían a tope y con el bullicio que normalmente acompaña la recta final de los campeonatos.

Dos viejos proyectos, el cubrimiento de la pista exterior y dotar de un cuarto campo de fútbol de césped artificial, iban avanzado ajenos a los problemas de salud generados por la crisis sanitaria. El comienzo del verano supuso el impulso de ambas obras que actualmente se encuentren en su recta final.

Se trata de dos proyectos que por su envergadura van a cambiar significativamente el semblante de una instalación a la que no se ha dejado de lavar la cara con obras menores o de mantenimiento, pero que hacía tiempo venía demandando una intervención mayor que le permitiera exhibir músculo. Ese momento llegó con la puesta en marcha de estos dos proyectos, que además de cambiar su fisonomía, con una imagen más moderna, la construcción de ambas instalaciones vendrá a agilizar y mejorar la práctica deportiva en uno de los emblemas del deporte local.

El cubrimiento de la pista exterior del Francisco Laporta era una obra tan necesaria como arriesgada, que ha estado muy cerca de quedarse en el tintero, puesto que hasta el tercer intento no se logró desbloquear el proyecto y proceder a su licitación. Su complejidad radicaba en trabajar sobre la superficie en la que iba a descansar encima de la cubierta del piso inferior del pabellón Mutualidad de Levante. Había que calcular bien que los pesados cuatro pilares de cemento que iban a sostener la nueva cubierta metálica dispusieran de buenos cimientos para no comprometer la viabilidad de la nueva instalación. Un proceso que encontró una serie de dificultades que vinieron a retrasar la ejecución de la obra y que dependencias como la sala de tenis de mesa, el tatami de artes marciales y las pistas de squash quedaran inutilizadas desde principio de año.

La nueva instalación tendrá un galibo de 5 metros y permitirá descongestionar los dos pabellones tanto a la hora de realizar entrenamientos como de jugar partidos o disputar competiciones, pero sobre todo la pista no quedará inutilizada en caso de lluvia.

Los asiduos al polideportivo Francisco Laporta han podido ver el importante avance que ha experimentado la obra en las últimas semanas y la magnitud que acabará teniendo. “Se trataba de una obra muy compleja, que ha ido superando distintas dificultades durante el proceso de trabajos, pero que en breve plazo estará acabada”, ha explicado el concejal Miguel Juan Reig, quien no precisó fecha de finalización, aunque espera que en el mes de noviembre, coincidiendo con la finalización del contrato, pueda estar terminada. Los deportes más beneficiados serán el patinaje y las categorías inferiores del hockey.

Si el ruido de las máquinas trabajando han sido la banda sonora de aquellos deportistas que se acercaban a la entrada del Francisco Laporta, en su parte superior, lo que hasta hace poco era la pista de aeromodelismo y una parte del arbolado de la denominada pista de Cola Cao, ahora aflora, con todo su esplendor, un campo de fútbol artificial, el cuarto de esta instalación, en lo que se ha denominado la ampliación del polideportivo.

Esta obra no se ha visto envuelta en los inconvenientes que han acompañado el cubrimiento de la pista exterior, lo que ha permitido que el proyecto avanzara dentro de los plazos previstos y solo falta un último trámite, la licitación necesaria para la ubicación de un edificio a base de módulos prefabricados de últimas tecnología que acogerán cuatro vestuarios para jugadores, uno de árbitros, un almacén y servicios tanto para deportistas como uno público. “La obra está muy avanzada y todo apunta a que antes de final de año pueda empezar a ser utilizada. Ganaremos un campo municipal más para acoger entrenamientos y partidos”, ha explicado Miguel Juan Reig.

MÁS DE UN MILLÓN DE EUROS
El desembolso por ambos proyectos supera el millón de euros. El gasto por el campo de fútbol de césped artificial se eleva a los 800.000 euros, dinero al que habría que sumar 160.000 euros por los vestuarios, mientras que en el cubrimiento de la pista exterior el desembolso ha estado en torno a los 250.000 euros.