Una perfecta fusión entre pintura y poesía
El pintor ayamontino Juan Galán expone su muestra de patios andaluces en Galeria Passage. Esto de por sí no diría nada si no fuera porque junto al profesor y escritor alcoyano afincado en Ayamonte han unido pintura y poesía y sacan a la luz un poemario ‘Erase una vez un patio’, donde Jose Luis Rúa ha unido los 45 cuadros con 45 poemas de poetas nacionales y le ha dado el rango de trabajo especial.
La aventura creativa en esta ocasión, como ya ha sucedido en otras, le ha llevado a darle motivos a José Luis Rúa para sacar a la luz un trabajo en el que casa los 45 cuadros de patios con otros tantos poemas de autores cercanos de la talla de Mario Rodriguez (Aracena), Ramirez Almanza (Moguer), Eladio Orta (Ayamonte) o Juan Carlos de Lara
(Huelva); o lejanos en el mapa pero cercanos en la amistad y el cariño como Pedro Ojeda (Valladolid), Eladio Mendez ( Badajoz), Monserrat Villar
(Salamanca); Leon Acosta (Lisboa), Maria Amelia
(Buenos Aires) o Carmen Herrera (Sevilla).
En el poemario el escritor alcoyano presenta cuatro poemas de los cuales dos están dedicados al recuerdo de dos patios de su infancia, el patio de su tía Adela en la calle Oliver y el de sus padres en la entonces calle Laureano Carbonell, hoy Rogelio Sanchis. Siempre existe una razón para volver la mirada a su Alcoy de siempre.
La presentación del poemario se celebró el pasado día 11 en el patio interior del Centro Cultural Casa Grande Ayamonte, contando con la presencia de Juan Galán, que resolvió un cuadro durante el acto de presentación; de Javier Yatapapuani, interpretando alguno de sus temas de la música de los 80; para terminar con un jam poético que dio rienda suelta a los creadores de la métrica y el verso libre en una noche calurosa.
En la noche mágica
En la noche mágica, en el patio de la Casa Grande de Ayamonte, volvió de nuevo esa sensación que se tiene cuando las cosas van a su ritmo hacia la desembocadura, hacia el mismo centro del corazón después de tanto tiempo de silencio y ausencias. Hacía unos días que se habían presentado poemarios nuevos y aun se escuchaba algún poema andar buscando su sitio por entre las distancias recomendadas, pero en esa noche, volvían los amigos venidos desde muchos puntos para compartir la nueva presentación de un libro que olía a ilusiones y mucho sentimiento.