Cae la parte trasera de un edificio en el Centro
El Ayuntamiento le había requerido su demolición a los propietarios
A última hora de este viernes se ha producido un nuevo derrumbe en el casco histórico de Alcoy. Se trata del número 8 de la calle Sant Gregori, que fue desalojado tras la borrasca Gloria del pasado mes de enero, que ya comportó la caída de varios edificios del Centro de la ciudad, incluso la muerte de una persona como consecuencia de uno de los derrumbes.
Más concretamente se ha desplomado la parte trasera del inmueble, que presentaba tal deterioro que hasta había sufrido varios desprendimientos en los últimos meses y se llegaba a ver el interior del mismo, tal y como puede apreciarse en la fotografía adjunta a la noticia. En este sentido, según la información facilitada, el derribo del inmueble había sido requerido por el Ayuntamiento a los propietarios, si bien el proceso estaba paralizado ya que uno de los vecinos recurrió la orden municipal.
En esta ocasión no ha habido que lamentar daños personales y los cascotes del derrumbe han caído a un solar vacío al que recae este y varios edificios más.
Con todo, el incidente ha causado un gran revuelo en la zona, a pesar de ha ocurrido bien entrada la noche. Hasta el lugar de los hechos se han acercado representantes del gobierno municipal y de algunos grupos de la oposición.
Sobre el edificio afectado en cuestión, el Ayuntamiento ha comunicado lo siguiente vía Facebook: «Se trata de un inmueble de titularidad privada, con un largo historial de requerimientos por parte del Ayuntamiento para que los propietarios reparen la pared mediana para evitar problemas. El departamento de Patrimonio ha interpuesto diferentes multas ante el incumplimiento por parte de los propietarios de reparar la pared mediana. Además, el Ayuntamiento ha presentado denuncia a la fiscalía por vía penal. Todo y teniendo en cuenta la peligrosidad que representa el estado del edificio, uno de los propietarios ha recurrido el decreto de ejecución del Ayuntamiento solicitando además, como medida cautelar, que el juez paralice la orden de rehabilitación. El Ayuntamiento no puede intervenir, y prepara la oposición a la medida cautelar con el fin de que el juzgado obligue a los propietarios a intervenir en el edificio para evitar más problemas».