El Alcoyano busca nuevo presidente

Juan Serrano ya sabe las intenciones del accionariado de relevarle al frente del club

Juan Serrano en una foto tomada en el campo del Collao con la grada de lateral al fondo

El Alcoyano se ha puesto manos a la obra en busca de presidente. Puede parecer frívolo o sonar a anuncio por palabras en un periódico, pero lo cierto es que la SAD, el grupo accionarial que controla la entidad, ha puesto fecha de caducidad al mandato de Juan Serrano.

Ahora mismo el club maneja dos vías para el adiós de quien ha presidido la entidad en la última década: que sea el propio Serrano quien se haga a un lado y deje el camino libre para el desembarco de un nuevo presidente, o en caso contrario será el propio accionariado quien tome la iniciativa y decida apartarle definitivamente del cargo, con la consiguiente ruptura y agravando un distanciamiento que se ha hecho más evidente a raíz de los últimos episodios en la relación entre ambas partes.

A la espera de que una de las dos opciones cobre veracidad, el accionariado no se ha cruzado de brazos y lleva un tiempo pulsando distintas alternativas para que sea otra persona quien asuma el reto de cerrar una etapa y abrir la ‘era post Serrano’.

La búsqueda se sitúa en un perfil totalmente opuesto al que ofrece el actual mandatario blanquiazul, que ha priorizado la parte deportiva descuidando cuestiones vitales como la gestión económica de la entidad y la relación del club con la sociedad local, donde en los últimos tiempos ha perdido parte de ese lugar preferencial, generándose un preocupante distanciamiento.

Ese perfil de buen gestor con el que Juan Serrano aterrizó en el Alcoyano hace algo más de una década, ha ido derivando en una gestión cada vez más presidencialista y volcada en la parte deportiva, escenificada con la creación de una comisión hecha a su medida, en la que él tenía la última palabra en la toma de decisiones tanto en el fichaje de jugadores como de entrenadores.

PUNTO DE INFLEXIÓN
Un empeño que en los últimos tiempos tampoco ha estado acompañado de buenos resultados, con dos años especialmente crudos culminados con ese descenso del pasado curso y que ha terminado siendo un punto de inflexión en la etapa de Juan Serrano como presidente.

Cuatro días después de bajar a Tercera, comparecía en rueda de prensa junto a Fernando Ovidio, gerente y su mano derecha todos estos años, y entre lágrimas anunciaba su decisión de poner el cargo a disposición del consejo de administración. Serrano siguió, entre otras cosas, porque no quiso hacerse a un lado tras el evidente fracaso deportivo y facilitar la llegada de otro presidente.

TOMA DE DECISIONES
El accionariado no se cruzó de brazos y su respuesta fue acotar al máximo la toma de decisiones de Juan Serrano como presidente, nombrando escasos días más tarde a Josele González como nuevo secretario técnico del club y la persona encargada de diseñar la confección de la nueva plantilla.

Una decisión que Serrano aceptó a regañadientes. El tiempo -y los resultados- acabaron dándole la razón a quienes apostaron por abrir una nueva vía en la parcela deportiva del club mientras su figura iba perdiendo progresivamente peso.

Ese recorte de funciones y responsabilidades, unido a algunos encontronazos personales han ido minando las relaciones entre Juan Serrano y el accionariado y el argumento para acelerar la decisión de buscar presidente.

SU PAPEL TRAS EL PARÓN
En estos meses tras el parón liguero su figura lejos de salir reforzada por su condición de miembro de la junta directiva de la FFCV, ha quedado postergada a un inexplicable segundo plano que no ha gustado en algunas estancias del club, sobre todo a la hora de tener un papel más crítico con la RFEF tras el ninguneo al que sometió el estamento federativo al equipo no valorando la magnífica temporada realizada y condenado a los de Vicente Parras a disputar un play-off exprés.

Tuvo que ser el secretario técnico Josele González quien saliera a la palestra y pusiera el grito en el cielo cuando se especuló que iba a elegirse para la sede valenciana un campo de césped artificial.

ÚLTIMO ACTO DE SERVICIO
Su presencia en el palco de la Ciudad del Fútbol lleva camino de convertirse en el último acto de servicio como presidente del Deportivo. A partir de entonces quedará abierta la puerta para su salida. El consejo de administración quiere que sea un adiós sin malos gestos y declaraciones altisonantes, y con el equipo de vuelta a Segunda B. Se espera que durante esta semana se acabe de poner el foco a lo que puede ser una nueva etapa dentro de la primera entidad deportiva de la ciudad.

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