100 días sin el rugir del Collao

El Collao sabe a fútbol, pocos campos respiran ese aroma tan particular que lo hacen un escenario único, tremendamente especial, muy querido por los jugadores que visten la camiseta del Deportivo y odiado por los rivales que lo visitan. Los aficionados blanquiazules viven desde hace semanas una situación inédita, puesto que nunca antes en la historia del club había estado más de tres meses sin poder ver a su equipo como local en plena temporada.

Más de 100 días sin escuchar el emblemático grito de ¡Deportivo, Deportivo!. El Collao enmudeció nada más empezar el mes de marzo y desde entonces se apagó la pasión en el viejo feudo alcoyanista.

Se trata de un silencio incómodo, porque llegó cuando más estaba disfrutando el aficionado blanquiazul con los éxitos de su equipo tras dos últimas temporadas de progresivo distanciamiento con la grada.

El Alcoyano venía de hacer un buen final de año y un mejor inicio de 2020 con partidos como el que jugó contra el Intercity, primero tras el parón navideño, o el que terminó con victoria frente al Atzeneta y la goleada ante el Vilamarxant, seis goles que vinieron a coronar un partido redondo, sobre todo en su primera mitad, en la que los blanquiazules fueron capaces de anotar cuatro tantos en apenas veinte minutos.

Fueron tres encuentros muy especiales, en los que el Deportivo no solo demostró su ambición y un instinto competitivo que le llevaba a emplearse hasta el final de sus fuerzas, sino que tuvo la respuesta esperada de sus aficionados. La grada estaba disfrutando como hacia tiempo que no sucedía en el Collao.

No solo los seguidores blanquiazules pudieron saborear victorias y muchos goles esas semanas, también se fue generando esa complicidad y ese nexo de unión que acabó rompiéndose con el traumático descenso del pasado curso.

Con paso firme, los de Vicente Parras se adentraba hacia el escenario ideal para afrontar con todas las garantías ese tramo decisivo de la temporada, en el que el Alcoyano se iba a jugar el objetivo del retorno a Segunda B en el play-off de ascenso.

Sin embargo, el virus fue como una tormenta perfecta, arrasando con todo aquello que fue encontrándose por el camino. Aún no hay fecha para que el Collao vuelva a rugir y que se vuelva a vivir ese ambiente tan especial que suele rodear a las grandes citas, en las que su público se crece al grito de ¡Deportivo, Deportivo!.

La pandemia ha dejado como resaca ese engendro llamado play-off exprés que nadie entiende y la RFEF se ha sacado de la chistera.

Foto: La afición celebra un gol de Ruba esta temporada en el Collao. | ARCHIVO

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