75 años de la mayor gesta del deporte alcoyano

La década de los 40 del pasado siglo fueron años espléndidos de una entidad blanquiazul que empezaba a dar sus primeros pasos como club. Apoyado por un fútbol local muy potente, con una liga que no paraba de dar buenos jugadores que elevaron el nivel de aquel equipo, permitiendo al Deportivo crecer a pasos agigantados, en paralelo con una pujante sociedad local que inyectó el dinero necesario para que aquella gesta fuera una realidad.

Así fue posible que una ciudad de apenas 50.000 habitantes pudiera proclamarse, hasta por dos veces, campeón de Segunda División y militar durante cuatro temporadas en la máxima categoría del fútbol español, forjando una leyenda que ha perdurado con el paso del tiempo y que hizo del Alcoyano un club simpático y muy querido en todo el país.

Apenas se llevaba un año desde el final de la guerra civil española cuando el Alcoyano logró proclamarse en 1940 campeón regional de Segunda. Se daba pasó así, con la base de aquel equipo que terminó por delante del Contestano, en una liga en la que también estaban el Ontinyent y el Enguera, al inicio de una década prodigiosa que iba a tener su primer punto culminante el 20 de mayo de 1945. Se acaban de cumplir precisamente 75 años de aquella gesta increíble, ganando 4-1 al Ferrol en el Collao, una victoria que daba el primero de sus tres ascensos a Primera División.

Dos años después accedía a la presidencia una persona que iba a ser determinante en el cambio de la mentalidad de la entidad. Llegaba al cargo Ángel Pérez Soler, padre de José Luis Pérez Páya, que jugó en el At. Madrid, Real Madrid, fue internacional y presidente de la Federación Española de Fútbol, persona muy conocida en el ámbito futbolístico de aquella época, confundador del Real Alcodiam, Valencia, Alcoyano y Ontinyent, además de jugador de los tres primeros equipos y con un enorme peso en la sociedad local, como secretario general del Ayuntamiento de Alcoy. En su designación intervino el mismísimo coronel del Regimiento del ejército con sede en la ciudad, Guillermo Prieto Madassú.

Esa misma temporada, la 41-42, el Alcoyano se proclamó campeón regional de Primera Categoría, adquiriendo el derecho a disputar la liguilla de ascenso a Segunda División puesto que entonces no existía la Tercera. Los blanquiazules terminaron terceros, por detrás de Málaga y Elche, logrando así una de las tres plazas, quedando sin ascender Eldense, Cartagena y Córdoba.

Y llegó esa mágica temporada 44-45. Un curso antes, el Alcoyano ya tuvo opciones de quedar campeón de Segunda pero la posibilidad de ascender a Primera producía ciertas reticencias en la directiva blanquiazul, que veía que el club no estaba preparado para tal gesta. El equipo se dejó caer en la recta final del campeonato y terminó cuarto. Aquel año el campeón fue el Sporting de Gijón, subcampeón acabó el Murcia y tercero fue el Constancia de Inca.

web_4-5.jpg

Lo sucedido sirvió para reflexionar y afrontar la nueva temporada con otra mentalidad. Se empezaron las obras de mejora del Collao y se encomendó a Ramón Balaguer el diseño de una plantilla larga para afrontar el reto del ascenso. El Alcoyano tuvo una primera vuelta muy regular, con el equipo metido en la zona intermedia de la clasificación.

Terminada la primera vuelta, entonces se aprovechaba el parón navideño para jugar las primeras eliminatorias de la Copa del Generalísimo, emparejándose los blanquiazules con el Sabadell, entonces equipo de Primera, al que eliminó tras empatar a uno en la Creu Alta y ganar 4-1 en el Collao. En la siguiente ronda se emparejó con el Valencia, perdiendo 1-0 en Mestalla y empatando 2-2 en el Collao, con los dos goles visitantes obra de Mundo, entonces delantero centro internacional.

web_5-3.jpg

Se reanudó la liga y el Alcoyano hizo una segunda vuelta espectacular. Clave fue el partido contra el Hércules, en el que además de la rivalidad provincial había que sumar que los dos equipos luchaban por el campeonato. El Alcoyano tomó una decisión insólita, concentrar al equipo en una masía cerca de La Carrasqueta, propiedad del directivo Jorge Aracil Pascual, años más tarde presidente blanquiazul.

El Alcoyano ganó 0-2 y se puso a tiro de piedra del liderato. Aquel triunfo se vio empañado en parte por el empate (1-1) de la semana siguiente en el Collao ante el Mallorca, que contaba como portero al mítico Ramallets. Quedaban dos jornadas y el equipo estaba a un punto del líder Hércules. Por detrás quedaban Real Sociedad y Jerez a un punto y a dos, el Celta. Los blanquiazules visitaban el campo del Jerez, un partido en el que el ganador se aseguraba la liguilla o el ascenso directo. Se impuso el Alcoyano por un abultado 1-4 tras remontar un tanto local a los dos minutos. Aquel partido fue retransmitido por Radio Alcoy al campo del Collao, siendo muchos los aficionados quienes no quisieron perderse el desarrollo del encuentro en directo.

A esa alegría se unió que el Hércules, líder casi toda la temporada, perdió en casa del Constancia, con lo que el Alcoyano afrontó la jornada final como líder, con un punto de ventaja sobre el Hércules y a dos del Celta. El 20 de mayo de 1945, con un Collao hasta los topes, los blanquiazules recibían al Ferrol, un equipo de mitad de la tabla pero que en la primera vuelta había sido capaz de ganar 2-1.

El Alcoyano de aquel final de temporada no tenía nada que ver con el de la primera parte de la competición, era una máquina perfectamente engrasada capaz de vencer a cualquier rival. Los de Ramón Balaguer fueron implacables, derrotaron 4-1 a los gallegos con doblete de Botana y Quisco. El once para la historia estuvo formado por Quiles; Sáenz, Gil; Cano, Bolinches, Rubio; Mendi, Botana, Quisco, Costa y Pérez. El Hércules fue subcampeón, tercero acabó el Celta y cuarto la Real Sociedad. Aquel día el Deportivo jugó desde la primera media hora con uno menos.

web_3-9.jpg

Fueron muchos días de festejos populares por aquel ascenso. La directiva quiso homenajear al equipo contratando al Atlético Aviación, entonces filial del At. Madrid, para la disputa de dos amistosos, uno que se celebró en el Metropolitano de Madrid el 3 de junio y que terminó con goleada blanquiazul por 1-5, debutando aquel día dos jugadores que iban a ser claves en las siguientes campañas: Pitarch, procedente del Levante, y Vidal, que llegaba del Elche. Una semana más tarde, el At. Aviación devolvió visita, terminando el encuentro con una nueva goleada, esta vez por 4-1.

PASODOBLE DEDICADO

Aún hubo tres amistosos más. Uno el 17 de junio contra el Murcia, entonces en Primera División, como homenaje a Ramón Balaguer, que no tuvo la respuesta del público esperada, a los que hubo que sumar un doble enfrentamiento contra el Hércules, que también ascendió a Primera, saldados con un doble 2-1 para los blanquiazules, tanto en Bardín como en el Collao.

El impacto de aquel ascenso también trascendió a otros ámbitos de la sociedad local, entre ellos el de la cultura y el colectivo de músicos. Uno de los compositores más conocidos de la época, Camilo Pérez Monllor, decidió dedicarle un pasodoble al equipo bajó el título ‘Deportivo Alcoyano’, como reconocimiento a aquella gesta que tuvo repercusión a nivel nacional. La partitura original se encuentra en los archivos de la Sociedad Musical Apolo.

Send this to a friend