Paco Bustos, el concejal que puso cara al deporte alcoyano

El fallecimiento de Paco Bustos a los 67 años de edad ha teñido de luto al deporte de nuestra ciudad. Su huella no solo se ha dejado sentir entre los más veteranos, aquellos que vivieron directamente su paso por el Ayuntamiento, sino también caló entre las generaciones venideras, con decisiones clave en el fomento del deporte entre los más jóvenes como la creación de las Escuelas Deportivas y la introducción en nuestra ciudad de la fase local de Jocs Esportius. Su último acto de servicio, por denominarlo de alguna manera, fue la presidencia de la Fundación del Alcoyano para asumir la gestión de todo el fútbol base de la primera entidad futbolística de la ciudad.

Estuvo en el cargo apenas un año y medio, entre enero de 2016 y septiembre de 2017, el suficiente tiempo para dejar su impronta, hasta que su particular manera de hacer las cosas, terminó por romper la cuerda y el hilo conductor que unía la presidencia del Alcoyano con la la gestión de la Fundación.

CUIDAR LOS DETALLES

Precisamente ese carácter perfeccionista que le acompañaba, el gusto por cuidar los detalles a veces hasta el extremo de la obsesión, le hizo ganarse más de un enemigo por no entender esa visión del deporte tan minuciosa, pero también muchos amigos y reconocimientos.

Fue un concejal de deportes que le gustaba estar a pie de campo. Eran habituales sus visitas a las instalaciones para que estuvieran limpias y en perfecto estado de revista para la práctica deportiva. Entendía que era fundamental transmitir una imagen cuidada de las instalaciones municipales, no solo para el disfrute del deportista local sino que buscaba proyectarla en todo aquel que visitara nuestra ciudad.

Fue Eduardo Latorre, otro histórico de nuestro deporte, quien se fijó en aquel joven que asumió la recién creada concejalía de Juventud en el primer ayuntamiento democrático tras la victoria electoral de Pepe Sanus. Llamaba la atención que alguien sin formación académica –estaba trabajando como escayolista antes de dedicarse a la política– demostrara esa personalidad y solvencia para moverse entre despachos.

Así fue como Paco Bustos llegó a deportes, para muchos el concejal menos deportista de la historia pero que con el tiempo ha terminado siendo el más longevo. Avalado por Eduardo Latorre, aceptó en 1985 asumir una concejalía en bancarrota y sin ningún prestigio en aquel momento.

Para el Ayuntamiento de la época era una especie de agujero sin fondo. Los despachos donde se gestionaba todo lo relacionado con el deporte local estaban situados a las espaldas de la calle Oliver, detrás del antiguo Hospital Civil. Una de sus primeras decisiones, fue acometer una profunda reforma de la Piscina Municipal para trasladar hasta allí las nuevas dependencias del Centre d’Esports. Dedicó una planta entera para oficinas, salas de reuniones y un amplio salón de actos.

*Puede leer el reportaje completo en la edición de El Nostre del sábado 30 de mayo.

Foto: Paco Bustos en una imagen tomada en el campo del Collao.

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