Hasta aquí hemos llegado. JOSÉ LUIS SEMPERE
Estimados y estimadas amigos y amigas: Por la presente, quisiera exponer una opinión, y me he propuesto que sea la última, ya que después de tantos años, me siento cansado, lo que leo y escucho diariamente acaba por desilusionarme, y he llegado –por fin- a comprender que es inútil defender lo que crees que has de defender, y que es ilusorio intentar ayudar a que desaparezca lo que no estimas justo… En fin, y como bien dijo el cantor, todo pasa y todo queda, pero en definitiva no somos más que meros espectadores del día a día…
Como he comentado en alguna ocasión, soy un tipo simple donde los haya, irrelevante hasta aburrir, y por eso, por esa más que probable cortedad de entendimiento, surgen ante mí, ahora que tengo tanto tiempo, muchas incógnitas, muchas preguntas…
Me pregunto en primer lugar cual será el tope de infectados y de fallecidos previstos en todo el mundo para que esta pandemia puedan considerarla amortizada convenientemente tras su paso…
Me pregunto, también, cual ha de ser el coste social, y en especial económico, para considerar finiquitada dicha pandemia en base a la quiebra de tantos países… Alguien se estará frotando las manos…
El caso es que no entiendo cómo ha podido surgir este virus, no creo que haya sido por casualidad, y entre tantos y tantos bichos conocidos, va ahora y nos visita éste que es rápido, eficaz, y puede que barato…
Ignoro si sus creadores están en China, o en los EE.UU. (no pueden llamarse a ofensa, vista su trayectoria), o en ambos, o en donde sea…
Me pregunto qué va a pasar, tras el drama… ¿Volverá la vida a ser igual…? ¿Seguiremos, por ejemplo, los pensionistas persistiendo, o a la vista del desastre dejaremos de insistir? ¿Volverá la sociedad de este país a reivindicar lo que en justicia estima que le falta…?
Me pregunto cómo volveremos a levantar cabeza tantas y tantas personas, familias, autónomos, pequeñas empresas, pequeños comercios… Me temo que la respuesta es a base de endeudarse más todavía…
Me asusta pensar que, si antes de lo que está pasando, España no era una nación excesivamente boyante, sobre todo en los asuntos laboral, económico, y social (sí lo era en cuanto al mamoneo y corrupción) como se van a enfocar y solucionar tantos asuntos que ya entonces estaban sin resolver…
Me pegunto que ha pasado en las Residencias de Mayores, donde ha habido una cruel, triste, e inaceptable mortandad… Puede que debiéramos replantearnos la manera de funcionar –y sobe todo, de gestionar- estas instituciones… Parece que ahora estamos recogiendo tristemente los frutos de décadas de mamoneo, donde el dinero ha primado sobre las demás consideraciones, incluidas la salud y el cuidado de nuestros mayores…
Me pegunto si aprenderemos la lección y no consentiremos, nunca más, el deterioro criminal de nuestra Sanidad Pública, o decidiremos arroparla, y dotarla de todos los medios necesarios y convenientes…
Ahí están nuestros generosos impuestos (por desgracia, no los de todos), y deberemos emplearlos para nutrir lo imprescindible, como la Sanidad Publica, y dejar partidas inservibles como innumerables fundaciones que solo sirven para llenar los bolsillos de algunos, entre otras instituciones que todos conocemos…
Me pregunto, en repetidas ocasiones, qué es lo que se está buscando… Todo esto semeja como un gran ensayo, el confinamiento en sus casas de toda la población de un país, de varios países… La paralización casi total de esos países… Es como leer una novela de Ludlum, Follet, o Forsythe…
Como observarán, son demasiadas preguntas, demasiadas incógnitas las que no permiten que me sienta tranquilo… Quiero creer que todas esas cuestiones tendrán solución, sin tardar demasiado, pues lo que nos estamos jugando –ahora- es la salud y la supervivencia de las personas, y en adelante, el futuro…
Hay mucha tela por cortar y sobre la que opinar, como la indecente y criminal postura de la oposición política de este país… Con un desprecio total hacia la ciudadanía, pues se pasa por encima de ella, de su sufrimiento, y de su propia supervivencia, para seguir enfrascados en manejar los asuntos particulares de esos partidos… Pienso que los españoles no nos merecemos a personajes de tan baja calaña…
En fin, llega uno a la conclusión de que todo va a seguir como siempre, los que ganan siempre, van a seguir ganando… y los que perdemos siempre, lo vamos a seguir haciendo…
Por ello he llegado a la conclusión de que lo aconsejable es mirar cómo se mueve el mundo, procurar vivir lo más dignamente posible, y que cada cual se arregle de la mejor manera… Me rebelo contra esas posiciones, pero si alguna buena faceta forma parte de mí, es la de ser tremendamente realista…
En estos días he comprendido que lo que realmente necesito lo tengo en casa, he comprendido que siempre podemos estar peor de lo que estamos, y eso, a mis años, siento que me sobra y me basta… No he claudicado, pero pienso que el relevo es, ya, tarea de los que van llegando…
Las cosas prioritarias son las importantes, y después llegan las menos importantes, y por lo tanto prescindibles llegado el caso… No es que me rinda, pero ha acabado por asumirlo…
Confieso que siempre me ha gustado escribir, pero ignoro si a lo largo de todo este tiempo he logrado escribir algo mínimamente decente, y no lo hago por vanidad (he publicado más de cien artículos, y en mi propia casa no han leído ninguno) ya me dirán como puede uno tener vanidad… Lo he hecho porque lo he concebido como una manera de reivindicar lo que creo que es justo, y luchar contra lo que considero que no lo es…
No quisiera terminar sin dar las gracias, de verdad, a todo el tejido sanitario, y también a este Gobierno y a sus medidas… Tanto mi esposa, como un servidor, somos personas de riesgo (uno de los dos, de riesgo extremo), y estoy convencido de que la medida de confinarnos en casa ha impedido que –de momento- hayamos contraído la enfermedad… Una enfermedad tan traicionera que te señala por el simple hecho de tocar un pomo, o de rascarte la punta de la nariz, o por cruzarte con otra persona…
Hemos tenido sustos con el Sida, con el Ébola, otros menores como el conocido como vacas locas, o la gripe aviar… Pero, ninguno, ni con tantos fallecidos, como éste…
Decía un familiar que soy un conspiranoico al uso, y puede que lo sea, pero me tranquiliza que alguien importante y solvente dijera un día que…”Un conspiranoico es alguien que se imagina algo… que realmente está ocurriendo…”
Ha sido un auténtico placer haber podido compartir con ustedes, y les agradezco su infinita paciencia… Un fuerte abrazo, y suerte…