Relajación
En algún partido el Deportivo había mostrado ya cierta relajación al verse tan superior al rival, pero el rival no había sabido o no supo aprovechar esa situación para complicarle la vida al equipo de Vicente Parras. Pero esta vez el no mantener la intensidad supuso dejarse empatar un partido que estaba perfectamente encarrilado con los goles de Óscar Díaz y Acevedo antes del descanso.
Una cómoda ventaja en el marcador que hizo que los jugadores blanquiazules en alguna ocasión buscaran un juego demasiado vistoso y no efectivo de cara a la meta rival, y esto ante un contrario que ya había avisado en alguna ocasión de cómo llegar a la meta de José Juan.
Hay que tomar nota de este empate y ver que, aunque la ventaja en la clasificación es cómoda, la intensidad y el esfuerzo deben ser innegociables, sea cual sea el rival y sea el momento de la temporada que sea. De todos modos, hay que valorar también al rival, atrevido en ataque, sabiendo cómo llegar al área local, de los mejores que han pasado por el Collao en lo que va de temporada. Se agradece de cara al aficionado este tipo de planteamientos, partidos vistosos y no ver un equipo que ataca y otro que solo viene a defenderse.
Regresó Juli, ¡qué calidad destila en cada acción del juego!, también Pablo Carbonell. Hay que recuperar a todos y, sobre todo, que toda la plantilla mantenga la intensidad porque si no de nada servirá estas 26 jornadas sin perder si llegado el momento decisivo el equipo baja su nivel.
Merecidas las dos ovaciones para dos grandes de la historia reciente del club. Tanto Álvaro como Gato recibieron muestras de afecto antes y durante el partido. Y es que la afición del Deportivo sabe reconocer a los buenos. De Álvaro siempre recordaremos sus goles en el Bernabéu y de Gato qué decir, ejemplo de profesionalidad junto a su calidad que tanto nos deleitó a los aficionados blanquiazules.