Movilización animalista tras nuevos casos de perros envenenados

En el barrio de Santa Rosa han vuelto a saltar todas las alarmas tras producirse, supuestamente, nuevos casos de envenenamiento de perros en la zona del Romeral. La noticia corría como la pólvora el jueves, a través de las redes sociales, después de que una clínica veterinaria ubicada en la zona denunciase públicamente la muerte de un can, presuntamente tras ingerir veneno.
El fallecimiento del animal, además, se suma a otro ocurrido, según informaba la veterinaria a este periódico, la semana pasada, concretamente el día 19 de diciembre y al parecer en similares circunstancias. “Es un veneno muy potente y no se pudo hacer nada por salvar al pobre perro”, comentaba Nerea Pastor, de la clínica El Romeral, quien recomendaba ayer no acercarse al parque ni pasear por los alrededores. Esto es, la parte alta del Romeral, el pipi-can que hay junto a la cancha de baloncesto, así como el Camí Caseta Madrid, que bordea el parque desde las Paulas y da acceso a la zona de Els Llençols, donde anteriormente ya han habido casos parecidos.

Además, junto a las dos muertes también ha habido que lamentar varios envenenamientos más en los que afortunadamente el animal ha logrado sobrevivir. Los dos perros fallecidos eran de pequeño tamaño, mientras que se sabe que los animales que se han recuperado tras la ingesta del veneno eran grandes y se cree que no llegaron a tragarlo directamente, sino que puede que lo olfatearan únicamente, lo que da cuenta del peligro de la sustancia y de su rápido efecto. De ahí que la veterinaria también repare en el riesgo que supone para la salud humana. “Hay que tener en cuenta que el veneno es igualmente tóxico para las personas y que al parque van niños, a parte de que la zona en cuestión está al lado de un colegio”, advierte la veterinaria, quien ha puesto las dos muertes en manos de Medio Ambiente, que ya investiga lo sucedido a partir de la necropsia practicada a los animales.

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